En momentos que el mundo conmemoró, ayer sábado 25 de noviembre, una fecha especial como lo es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las estadísticas en Panamá sugieren que hay muy poco que celebrar.
Las cifras del Ministerio Público dan cuenta que entre 2021 y 2022 hubo un crecimiento de 7% en los delitos contra la libertad e integridad sexual. En 2021 se atendieron 5,969 casos de ese tipo, mientras que en 2022 fueron 6,389, un promedio de 17 casos por día.
Este año, la situación es bastante parecida. Entre enero y octubre de 2023 se han reportado 5,389 casos, y si bien se muestra una leve disminución de un 2%, comparado con los 10 primeros meses de 2022, cuando hubo 5,485 agresiones sexuales, aun el promedio diario se mantiene en 17 casos.
Los informes del Ministerio Públicos reflejan que en áreas geográficas como la comarca Guna Yala (52%) y las provincias de Chiriquí (21%) y Bocas del Toro (11%) se han incrementado los casos este año.
Mientras que los tipos de delito con mayor crecimiento de casos son las relaciones remuneradas con menores de edad (260%), el proxenetismo (133%) y la posesión de pornografía (46%).
El análisis
Para Roderick Chaverri, presidente de la Asociación de Abogados Especialistas en Niñez, Adolescencia y Familia, es “inquietante” el escenario actual de violencia contra la mujer, sobre todo contra niñas y adolescentes.
En palabras del especialista, esto se debe a una acumulación de factores entre los que están: la desintegración familiar y la falta de valores y de una educación de igualdad de género en las escuelas y de violencia en la sociedad.
“Se estima que por cada caso denunciado de este tipo, hay 10 que no se denuncian. Y uno de los problemas que tenemos es de una sociedad insensible, porque se habla que la familia es el primer entorno de protección, pero en la práctica no es así, ya que allí ocurre la mayoría de los casos”, puntualizó.
A juicio de Chaverri, hay que darle una verdadera prioridad a la niñez y a la vez implementar programas de atención y prevención.
El perfil de las víctimas
El informe denominado Análisis de situación de los derechos de los y las adolescentes en Panamá, publicado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), señala que las mujeres adolescentes son las principales víctimas de la violencia sexual en Panamá.
Para sustentar tal señalamiento se refirió a los datos del Ministerio Público en 2021, que registraron 5,969 víctimas de delitos contra la libertad e integridad sexual.
De ese total de víctimas, 65% corresponde a personas menores de 18 años de edad (3,878 víctimas); el 92% de las víctimas menores de 18 años fueron mujeres.
Unicef recomendó actualizar la estrategia multisectorial de prevención de la violencia contra niños y adolescentes, así como generar una estrategia para la prevención y atención del abuso, acoso sexual, las uniones tempranas y otras prácticas nocivas que afectan a la mujer adolescente.
Violencia doméstica
Otro de los casos donde las mujeres son las principales víctimas es el de violencia doméstica. Los informes del Ministerio Público indican que entre enero y octubre de este año se han reportado 19,696 delitos de este tipo, un 3% más que durante el mismo periodo de 2022, cuando hubo 19,167 casos.
Una de las entidades que ha seguido de cerca esta problemática es la Defensoría del Pueblo, la cual señala que es “imperativo” que el Estado enfrente y aborde la alarmante situación de los casos de violencia contra la mujer que, hasta octubre del 2023, registran 12 feminicidios y cuatro tentativas de feminicidio. En todo 2022, un total de 21 mujeres perdieron la vida por su condición de mujer a causa de discriminación o cualquier otra forma de violencia.
La institución nacional de derechos humanos reiteró que es necesario implementar políticas públicas y cumplir con las normativas nacionales e internacionales que condenan estos actos e instó al Ministerio Público a realizar las investigaciones correspondientes.
Igualmente, hizo un llamado al Ministerio de la Mujer para fortalecer las jornadas de sensibilización sobre los derechos de las mujeres, la creación de políticas de igualdad de oportunidades, el desarrollo integral y la protección de sus derechos fundamentales.
De acuerdo con Naciones Unidas, la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más frecuente y generalizada.