La opulencia y derroche del comerciante Rubén De Ycaza podrían haberlo llevado a gastar cifras astronómicas.
De acuerdo con la Fiscalía Segunda Anticorrupción, la lesión patrimonial al Estado se cifra por el momento en el orden de los 30.4 millones de dólares, luego de que una sociedad de este empresario le vendiera 60 millones de dólares en comida deshidratada al Programa de Ayuda Nacional (PAN).
La fiscalía advierte de que “se deben justificar los fondos con los que se adquirieron” los bienes obtenidos por el imputado entre 2010 y 2011.
Fue a través de dos contratos directos, otorgados a Lerkshore International Limited en 2010, que el PAN comprometió los 60 millones de dólares para la compra de comida deshidratada que se repartiría en escuelas de difícil acceso del país.
Pero de esos dos contratos, la fiscalía solo investiga el último –de 44.9 millones de dólares–, a pesar de que De Ycaza confesó que los bienes que posee proceden de los réditos que le dejaron ambos contratos con el PAN.
“El pecunio que posee Rubén De Ycaza no se justifica si se toman en cuenta los recursos con los que contaba él al momento de contratar con el Estado, y al ser cuestionado sobre estos recursos, manifestó que provienen de dos contratos celebrados con el Estado durante la administración del expresidente Ricardo Martinelli”.
Lo anterior lo expuso en enero pasado la entonces fiscal Anticorrupción Lizzette Chevalier, cuando pidió cautelar los bienes de De Ycaza. Por entonces, se le aprehendieron las fincas donde se construía la mansión en la urbanización Dos Mares, en Betania, registradas bajo la sociedad Grupo Ycamel.
¿ACAUDALADO?
El abogado de De Icaza, Rolado Rodríguez Chong, en entrevista concedida a TVN Noticias la semana pasada, aseguró que su cliente, cuando firmó los contratos con el PAN, era un hombre con recursos, capaz afrontar los contratos por 60 millones de dólares con el PAN.
No mencionó Rodríguez Chong que su cliente vivía en ese entonces en una modesta casa rentada en Camino Real de Betania. Y que, según su propio cliente, sus bienes provienen de los astronómicos beneficios que estos le rindieron.
La versión del abogado defensor riñe también con lo que reveló una fuente vinculada a la Superintendencia de Bancos.
Este informante indicó que ese organismo bancario aprobó en 2012 la venta del Banco Trasatlántico –en el que De Ycaza era accionista minoritario– al Balboa Bank & Trust con la única condición de que el empresario no tuviera ninguna participación accionaria en el Balboa Bank & Trust.
La decisión se debió –según la fuente– a que se detectó que “la única fuente de ingresos que tenía De Ycaza era el contrato con el PAN”.
EL ‘PRÉSTAMO’
Pero De Ycaza no se fue muy lejos del Balboa Bank & Trust. El 30 de abril de 2014, De Ycaza pidió un préstamo hipotecario de 2.5 millones de dólares a este banco para construir su mansión, según las escrituras del crédito.
El préstamo se desembolsó el mes siguiente, pero un informante dijo estar sorprendido por la solicitud de la hipoteca.
Resulta que la compra de las dos fincas, la elaboración de los planos de la casa y el inicio de su construcción se hizo con el adelanto de 3 millones de dólares que recibió en junio de 2010 De Ycaza por su primer contrato de comida deshidratada con el PAN.
Seis meses después –en diciembre de 2010– Lerkshore International recibió un segundo contrato directo, esta vez por por 44.9 millones de dólares, para venderle al PAN comida deshidratada, contrato que suscribió el entonces director del PAN, Giacomo Tamburrelli, y De Ycaza.
Consultado sobre la hipoteca concedida a De Ycaza, el vicepresidente ejecutivo del Balboa Bank & Trust, Ramón Martínez, respondió que el financiamiento se otorgó a De Ycaza antes de revelarse todo este escándalo.
¿El préstamo fue concedido a De Ycaza antes de empezar la construcción de la residencia? El vicepresidente ejecutivo del banco evadió una respuesta directa: “...Las fotos publicadas en La Prensa dan cuenta de esto”, refiriéndose al hecho de quebuena parte de la mansión ya estaba construida cuando se concedió la hipoteca.
La imagen de esa casa fue captada por La Prensa el 4 de diciembre de 2014, siete meses después de que el Balboa Bank aprobara el préstamo.
El banquero también evitó hablar de los bienes financiados por el banco a favor de De Ycaza y que ahora están cautelados por la Fiscalía Segunda Anticorrupción.
“La Ley Bancaria nos impide dar esta información, so pena de multa”, resaltó Martínez, aunque aseguró que el financiamiento “cumplía con el debido proceso, las garantías y el respaldo financiero exigido para su repago”.
La fiscalía ha cauteladoinmuebles a De Ycaza, que, curiosamente, tienen en común un préstamo hipotecario con el Balboa Bank, aunque no está incluida la residencia que compró en El Avance (en Betania), donde De Ycaza está confinado.
OTROS BIENES
Dos apartamentos en los PH The Forum y San Francisco Bay también están vinculados a De Ycaza, a través de dos de sus hijos. Los apartamentos se compraron entre marzo y noviembre de 2013.
El del edificio The Forum se adquirió en 350 mil dólares, según sus papeles en el Registro Público. La hija de De Ycaza pagó 150 mil dólares por adelantado y los otros 200 mil dólares se pagarían a través de un préstamo hipotecario.
El garante sería su padre, quien mantenía una cuenta en el Balboa Bank, hoy cautelada. Empresas de bienes raíces describen este edificio como “un exclusivo condominio residencial con tan solo 42 lujosos apartamentos con diseño arquitectónico, estilo neoclásico, previéndole a sus residentes un ambiente exclusivo y familiar”.
En tanto, el hijo de De Ycaza adquirió un apartamento en 408 mil 500 dólares, de los cuales pagó 118 mil 500 dólares por adelantado. El resto fue desembolsado a través de préstamo hipotecario –también del Balboa Bank & Trust–, pero por un monto superior al que se le debía al vendedor.
Ambos apartamentos fueron aprehendidos provisionalmente por la Fiscalía Anticorrupción y puestos a órdenes del Ministerio de Economía y Finanzas.
La medida la aplicó la fiscal Vielka Broce el pasado 27 de febrero, al señalar que los apartamentos están garantizados con fondos a nombre de De Ycaza, quien –como se dijo– admitió que su patrimonio proviene de los contratos con el PAN.
CONTRATO A LA MEDIDA
La fiscalía cree que las operaciones de De Ycaza con el Estado “han causado una lesión al erario de más de 45 millones de dólares”.
La decisión de aprehender bienes –sustentó la fiscal Broce– es que fueron adquiridos “con dineros que el propio” De Ycaza confirmó que “son producto de los contratos que el Estado a través del PAN otorgó a la sociedad Lerkshore International”, que tiene como representante legal al imputado.
Agregó que, aunado a lo anterior, las fechas de adquisición de fincas y propiedades son posteriores a los contratos otorgados por el Estado.
El monto de la lesión se basa en el valor de cada unidad de comida deshidratada entregada al PAN, la cual fue procesada originalmente por la empresa brasileña Prativita, proveedora de Lerkshore y que luego vendió al PAN.
Un testigo, experto en alimentos deshidratados, declaró a la autoridad que el precio del arroz entregado al PAN por Lerkshore fue de 15.85 dólares la unidad, pero el precio en el mercado es de solo 5 dólares la unidad.
El testigo, de acuerdo con el expediente, destaca que lo mismo ocurrió con los paquetes de sopa instantánea vendidos al PAN en 26.04 dólares la unidad, aunque en el mercado tienen un precio cercano a los 5 dólares, lo que reflejaría un sobrecosto de 19 dólares por paquete.
En la lista de productos ingresados por Lerkshore al PAN por encima de los costos a los que vende Prativita, están los paquetes de frijoles, lentejas, carnes y legumbres.
COMIDA QUE ENFERMA
Lerkshore International, creada en Islas Vírgenes Británicas, fue inscrita en el Registro Público panameño el 25 de marzo de 2010, y dos meses después el Ministerio de la Presidencia anunció el reemplazo de la leche y galleta nutricional por la comida deshidratada.
No bien empezó a distribuirse la comida deshidratada en centros escolares, las quejas empezaron a llover. Padres de familia, en especial de Veraguas y Coclé, reportaron públicamente que sus hijos fueron llevados a centros de salud con vómitos, diarrea y alergias.
Para el Ministerio de Educación, a cargo entonces de Lucy Molinar, y para el PAN los cuadros de intoxicación no eran provocados por la comida. A pesar de estos cuadros, certificados por centros de salud de esas regiones, se firmó el segundo contrato, en diciembre de 2010.
Fue el 7 de octubre de ese año que la junta directiva del PAN aprobó autorizar la contratación directa de Lerkshore hasta 2014, “en vista de los buenos resultados que hemos tenido con el cuerpo administrativo y los docentes”. Nadie se dio por enterado de los problemas que empezaba a causar la comida en los niños.
El acta de la reunión de la directiva del PAN agrega que “sería riesgoso nuevamente iniciar entre ensayo y errores una nueva contratación”.