Solo algunos meses después de que la Dirección General de Ingresos (DGI) contratara, de forma directa, los servicios de Cobranzas del Istmo, S.A. –que durante la gestión de Luis Cucalón facturó $47.1 millones por el cobro de impuestos morosos–, la apoderada de esta compañía, María Alessandra Salerno Gómez, compró al contado lujosos apartamentos y locales comerciales que suman unos $8 millones.
Entre octubre de 2010 y diciembre de 2013, Salerno Gómez adquirió, al menos, 20 inmuebles en San Francisco, Punta Pacífica y Parque Lefevre. Curiosamente, todos se compraron a sociedades vinculadas a un empresario: Gabriel Gaby Btesh, miembro del círculo cero del expresidente Ricardo Martinelli.
Btesh no solo es conocido por su vínculo con Martinelli y su socio Felipe Pipo Virzi. Su nombre emergió en escándalos como el terreno del florista en Paitilla, los estacionamientos en el aeropuerto de Tocumen y acompañó a Martinelli en un costoso viaje de placer a Cerdeña en 2011, pagado con fondos que gestionó Valter Lavítola.
Tal era su cercanía a Martinelli que, en 2013, el hoy presidente, Juan Carlos Varela, lo definió como el arquitecto que arma negocios con el Gobierno y dirige la agenda económica del Estado.
EL VECINO
Uno de sus edificios, el H2O, en la avenida Balboa, albergó el call center de Cambio Democrático para atacar a los opositores de Martinelli. Y justo al lado se ubicó un vecino interesante: Cobranzas del Istmo.
Esta sociedad obtuvo el contrato de “gestor de cobro” para recuperar la morosidad tributaria el 25 de agosto de 2010, documento que firmaron Luis Cucalón, administrador de la DGI, y Magaly Ramos, representante legal de Cobranzas del Istmo.
Pero la empresa adquirió un local para hacer esta labor semanas después de obtener el contrato, revela la escritura pública 19597 de 14 de septiembre de 2010, registrada en la Notaría Quinta.
Se trata de la compra de un local en el edificio H2O, con una superficie de 712 metros cuadrados, que costó $1.4 millón y –dato relevante– fue el único inmueble adquirido con financiamiento.
La transacción se hizo a través de la sociedad Inmobiliaria H2O E, cuyos directores son Cristóbal Salerno Ballestas, Teresa Arcángel Díaz y Nereida Shaik de Caicedo, y como presidenta María Alessandra Salerno Gómez, hija de Cristóbal Salerno Ballestas.
INCUMPLIMIENTOS
El contrato exigía al proveedor “ser propietario de todo equipo informático (hardware/software) que se requiera para prestar el servicio requerido” y que “el proveedor debe contar con una central telefónica propia”.
Pero no fue hasta el 25 de enero de 2011 que Cobranzas del Istmo solicitó ampliar una línea de crédito que mantenía con Multibank para comprar los equipos.
La petición contó con el aval del banco, que amplió el monto a $500 mil con una condición: “el dinero debe usarse exclusivamente para el equipamiento del centro de llamadas”, dice la escritura pública 1923, registrada en la Notaría Décima de Panamá.
No fue todo. Ese mismo día –el 25 de enero de 2011– Multibank celebró otro contrato de préstamo –cuyo fin se desconoce– de $1.6 millón con la sociedad Inmobiliaria H2O E, dueña del local de Cobranzas del Istmo. Curiosamente, ese local sirvió de garantía del contrato firmado con la DGI.
Publio Cortés, titular de la DGI, pidió secuestrar bienes muebles e inmuebles, cuentas corrientes, depósitos, plazos fijos y cuentas bancarias de Cobranzas del Istmo y de empresas vinculadas a Salerno Ballestas.
La medida se solicitó tras una auditoría que arrojó indicios de defraudación fiscal en el pago del impuesto sobre la renta en 2012 y 2013 por parte de la compañía. El monto del secuestro asciende a $42.8 millones.
Sin embargo, nada se ha dicho de María Alessandra Salerno Gómez, apoderada de la firma, quien también aparece, desde 2012, como presidenta de Limacri Holding, S.A., accionista principal de Cobranzas del Istmo.
FESTIVAL DE COMPRAS
Tras la firma del contrato de Cobranzas del Istmo, Salerno Gómez comenzó a comprar inmuebles. A finales de octubre de 2010, adquirió cuatro apartamentos al contado. Tres en el P.H. Icon Tower, en San Francisco, y uno en el P.H. Sevilla, en Parque Lefevre, por un valor de $555 mil.
Es decir, $55 mil por encima de la primera gestión de cobro que presentó Cobranzas del Istmo a la excontralora Gioconda Torres de Bianchini, y que ascendió a $500 mil. El refrendo se hizo el 8 de septiembre de 2010, dos semanas después de que Cucalón firmara el contrato con Cobranzas del Istmo.
El 27 de mayo de 2013, Salerno Gómez volvió a comprar nueve inmuebles al contado. Esta vez, en el P.H. Oceanía, en Punta Pacífica, también vinculado a Btesh.
Por esos nueve inmuebles Salerno Gómez pagó $4.5 millones. Para entonces, el Estado le había pagado a Cobranzas del Istmo unos $10 millones.
Siete apartamentos adquiridos por Salerno Gómez fueron revendidos casi de inmediato a personas naturales y a un precio mucho más elevado.
Los nuevos propietarios compraron el bien con préstamos de bancos locales y ese dinero era transferido a Salerno Gómez, quien lo cedía a Ilkeston Associates, S.A. que no aparece en el Registro Público.
La Prensa hizo ingentes esfuerzos –a través de abogados que trabajaron para Salerno Gómez– a fin de obtener su versión, pero varios se negaron a dar su número telefónico y otros dijeron no conocerlo.
El H2O, un edificio con historia
El edificio H2O –ubicado frente al mar en la avenida Balboa– cobró notoriedad en el gobierno del expresidente Ricardo Martinelli. No solo porque allí operaba el call center de Cambio Democrático y Cobranzas del Istmo, S.A., sino porque fue el refugio de personas vinculadas a escándalos en el pasado.
Una de ellas, Karen De Gracia, expareja del convicto italiano Valter Lavítola; el exsecretario de Seguridad de la Presidencia Rodrigo Sarasqueta
y hasta el periodista Santiago Fascetto. En el H2O también le prometieron un apartamento al florista César Segura, el del escándalo del terreno de Punta Paitilla.