La investigación periodística global que dejaría al descubierto el mecanismo oculto en el complejo mundo del offshore a través de la firma panameña Mossack Fonseca no tendría por qué cambiar o afectar el negocio del bufete, aseguró uno de sus fundadores y socio, el abogado Jürgen Mossack.
“En este momento, diría que no debería haber repercusiones. Pero tampoco diría que no las habrá”, afirmó Mossack en una entrevista al diario estadounidense The Wall Street Journal.
Esta es la primera vez que Jürgen Mossack ha dado la cara a la opinión pública desde que comenzó el escándalo el domingo pasado. Hasta ahora, Ramón Fonseca Mora, el otro socio fundador, era el único que había aparecido en los medios defendiendo su firma, blanco de una investigación periodística global.
En los últimos días, la firma Mossack Fonseca ha sido cuestionada por sus supuestas malas prácticas, reveladas en millones de documentos que obtuvo de una fuente anónima el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartidas con otros 109 medios a través del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
Mossack, abogado panameño de origen alemán, se mostró también confiado de que seguirá participando en el negocio de la creación y administración de sociedades. “No vamos a suspender nuestros servicios para ir a sembrar bananas. La gente comete errores. Nosotros también, así como nuestro Departamento de Cumplimiento. Pero eso no es la regla”, añadió Mossack desde su oficina en el área de Marbella.
“Nuestra marca necesita ser protegida. Sentimos que la mejor manera para eso es hacer las cosas nosotros mismos y no depender de otros”, agregó Mossack.
Jürgen Mossack
Dueño de la firma Mossack Fonseca
The Wall Street Journal también se reunió con Sara Montenegro, directora de Asuntos Legales de la firma, quien prefirió no referirse a las graves acusaciones internacionales sobre la supuesta conducta de la firma Mossack Fonseca para vender sociedades que terminaron siendo usadas con fines delictivos.
“El único crimen que ha sido probado es la violación a la privacidad”, se quejó Montenegro sobre la sustracción de sus archivos.
APENAS UN VISTAZO
A su vez, el diario estadounidense The Washington Post publicó este jueves, 7 de abril, un reportaje sobre la creación y venta de sociedades con pocos controles que supuestamente tiene ahora a Mossack Fonseca en el centro de la tormenta.
El académico Jason Sharman relata en un artículo el ejercicio que hizo hace varios años, en 2009, y que demuestra, según él, cómo el poco control en la industria offshore es un problema global, incluyendo a Panamá.
Sharman envió más de 7 mil correos a firmas de abogados, entre ellas, Mossack Fonseca, y se hizo pasar por un lavador de dinero, funcionario corrupto, y financista de terrorismo. Les pedía que lo ayudaran a crear una sociedad cuya conexión con él fuera imposible.
El académico detalla que la mitad de las firmas le solicitaron una identificación, que es la información regulada internacionalmente. Cerca de un cuarto de las firmas no le pidieron nada.
Sharman dijo que las firmas no mostraron problema en trabajar con clientes riesgosos, si acaso, cuando tenía que ver con el financiamiento del terrorismo. Además, descubrió que las firmas de Estados Unidos eran las que menos rigurosas eran en los requisitos para crear una sociedad, independientemente de las actividades de su cliente.
// '})();// ]]>
Cooperar y negociar con la OCDE
Para la firma consultora Indesa, mantener el status quo en torno al escándalo de Mossack Fonseca podría impactar negativamente en la inversión extranjera directa y en el crecimiento económico del país a mediano y largo plazo.
Para Felipe Chapman, economista y socio de la firma, se deben sopesar los costos y beneficios que significaría “hacer nada” o “cooperar con las peticiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”. Para Chapman, la segunda opción “tiene un efecto más positivo a largo plazo”. Empero, aclara que ello no significa que “debemos acceder a todo lo que se nos está pidiendo y de la forma en la que se nos está pidiendo”.
En este sentido, dijo que Panamá debe reiterar y afirmar el compromiso del país en cooperar en contra del lavado de capitales, financiamiento al terrorismo y evasión fiscal fuera de Panamá a través de las figuras offshore. Además, consideró que el centro bancario panameño no se pone en duda con este escándalo, pero que “es un ruido lo suficientemente alto que puede opacar las cosas buenas que están ocurriendo en el país”.