La Fiscalía Primera Anticorrupción abrió ayer una investigación de oficio, esta vez por el contrato de $14.5 millones en comida deshidratada que hizo el Programa de Ayuda Nacional (PAN), so pretexto de alimentar a estudiantes de las zonas más pobres del país.
Las primeras pesquisas de la fiscalía se sustentan en una publicación de La Prensa, que reveló que este negocio se “cuadró” seis meses antes de que el entonces director del Fondo de Inversión Social (FIS, hoy PAN) Giacomo Tamburrelli licitara el proyecto.
Parte de la ganancia de esta compraventa se depositó en cuentas de sociedades off shore del abogado Amado Arjona Duque, quien había firmado seis meses antes de la “licitación” un acuerdo para cobrar una comisión de $4.4 millones con la “ganadora”, la sociedad Lerkshore International Limited, del empresario Rubén De Ycaza. La “comisión” equivalía al 30% del contrato.
Arjona Duque tiene fuertes nexos con el empresario Javier Pariente, exvicepresidente de Importadora Ricamar, considerado el “artífice” del negocio de la comida deshidratada. Ambos son protagonistas del multimillonario negocio de la Cadena de Frío, que adjudicó en noviembre de 2011 el ministro de la Presidencia Demetrio Jimmy Papadimitriu al Consorcio Panamá Frío, por $75 millones.
Pariente es socio minoritario en ese grupo empresarial, que también pagó $10 millones en “comisiones” a Arjona Duque en “honorarios profesionales” por su asesoría en esa licitación.
Además, Pariente es firmante de una cuenta bancaria de la sociedad Mejores Acabados, S.A. que, junto a Outsourcing de Venezuela, S.A., integran el Consorcio Panamá Frío, que construyó la Cadena de Frío. También está vinculado a la construcción del parque del polémico terreno de Paitilla.
En medio de estos negocios, Pariente construyó una casa en Buenaventura, valorada en más de $1 millón, que “donó” a una fundación en la que figura una de sus colaboradoras en la distribuidora eléctrica Ensa, su antiguo lugar de trabajo.
SOMBRA
El empresario Javier Pariente, quien ha estado estrechamente vinculado a los negocios del expresidente Ricardo Martinelli, gozó –bajo la sombra– de un extraordinario poder en el gobierno pasado.
Su nombre es conocido en el sector eléctrico, pero ahora reluce fulgurante en la interminable lista de escándalos de la administración de su antiguo jefe, Ricardo Martinelli.
Y aparece, al menos, en dos: Pariente fue nombrado en los contratos por $60 millones de la comida deshidratada –de los que se dice es su artífice– y también en el sistema logístico de la Cadena de Frío, uno de los proyectos más publicitados de Martinelli.
Mucho se habló de sus bondades, pero nunca –ni una sola palabra– de los contratos secretos para pagar supuestas “asesorías” al abogado Amado Arjona Duque, quien fue llevado de la mano por Pariente al contratista a cargo de la Cadena de Frío, ni mucho menos que el propio Pariente es accionista del consorcio que construyó este sistema logístico.
¿Cómo lo logró? Pues, a través de la sociedad Mejores Acabados, S.A., que, en consorcio con Outsourcing de Venezuela, S.A., construyó la Cadena de Frío, a un costo de $75 millones, de los cuales al abogado Arjona Duque le tocaron $9.5 millones por supuestos “honorarios profesionales”.
Mejores Acabados, S.A. –entre cuyos dignatarios no figura Pariente– tiene una cuenta corriente en Banco Panamá, cuyo firmante –ahora sí aparece– es nada menos que el empresario Javier Pariente.
Por su lado, Outsourcing de Venezuela, S.A., –la empresa líder del consorcio que construyó la Cadena de Frío– es del también venezolano Luis Aular Peralta, quien aseguró a este diario el fin de semana que tuvo que asociarse con Mejores Acabados, S.A., no porque la necesitaba, sino porque fue extorsionado por su indeseado nuevo socio: Javier Pariente.
Outsourcing de Venezuela, S.A. es dueña del 99.5% del consorcio, mientras Mejores Acabados, S.A. –representada por Juan Gabriel Pérez Silva– tiene apenas el 0.5%.
Aular Peralta narró que Pariente le advirtió que si no firmaba el contrato de “asesoría” con Arjona Duque, el gobierno de Martinelli ejecutaría la fianza del proyecto, de unos $50 millones.
Algo así como cuando el italiano Valter Lavítola intentó extorsionar a Impregilo asegurando que si la empresa no edificaba un hospital en Veraguas, Martinelli haría anuncios que perjudicarían las acciones de la compañía italiana en la Bolsa de Milán.
Aular Peralta dijo que ha recibido “amenazas” de personas de las que se guardó el nombre, en especial, después de que en enero de 2012 anuló el contrato con Arjona Duque.
La razón para ello fue que consultó a importantes firmas de abogados en Panamá y estas dijeron que le cobrarían, como mucho, una décima parte de lo que le pagaría a Arjona Duque.
¿Es este el único contrato privado que celebró Arjona Duque con la empresa venezolana? Quizá la pregunta resulte interesante para las autoridades, si se considera que estas mismas empresas –en el Consorcio Panamá Frío– también obtuvieron un contrato de 75 millones de dólares para construir cuatro centros postcosecha, cuyas estructuras presentan fallas.
MÁS NEGOCIOS
Pariente –que hasta hace poco fue gerente de la distribuidora de energía Ensa– está relacionado con el consorcio Cleopsa-Mejores Acabados, que recibió otro contrato de 14.5 millones de dólares para construir el Mercado Público de David, en Chiriquí.
También fue favorecido con el contrato de $1.6 millón para construir el parque del polémico terreno de Paitilla, que la Autoridad Nacional de Administración de Tierras –por entonces a cargo de Anabelle Villamonte (recomendada por el ministro de la Presidencia Demetrio Jimmy Papadimitriu)– le había traspasado de forma gratuita al florista César Segura.
PARIENTE Y LA COMIDA
Con ayuda de distintas fuentes con acceso a las auditorías de la Contraloría General por el escándalo de la comida deshidratada, y algunos actores mencionados en este caso, La Prensa confirmó que Arjona Duque tiene vínculos con Pariente.
Por ejemplo, Pariente es dueño de la compañía Klip Financial Investment Corp., receptora de fondos de sociedades de Arjona Duque, cuando este facturó $22 millones en “comisiones” de los dos contratos de la comida deshidratada y de la Cadena de Frío.
Klip Financial Investment Corp. fue constituida por Arjona Duque –a través de la firma Arjona, Figueroa, Arrocha & Díaz, hoy llamada AP Partners– el 18 de junio de 2010.
Es decir, solo un mes después de que el entonces director del Programa de Ayuda Nacional (PAN) Giacomo Tamburrelli le adjudicara el primer contrato de la comida deshidratada –por $14.5 millones– a Lerkshore International Limited, representada por Rubén De Ycaza, amigo personal de Pariente.
MANSIÓN
Justo en esas fechas, Pariente compró un terreno de playa –lote 309– en Buenaventura, en Antón, a través de la sociedad Villa Montichiari, S.A., por el que pagó casi $188 mil.
El 2 de febrero de 2013, Pariente traspasó gratuitamente la finca a la sociedad McKenzie Properties, Corp. Al firmar el traspaso, participó la abogada Idaliz Guiraud –socia de Arjona Duque– representando a la sociedad Villa Montichiari.
Un año después, McKenzie Properties “donó” la finca a la Fundación Ching Ying Fa. Allí figura la abogada Mariel Jované, jefa de asesoría legal de Ensa cuando Pariente fue gerente de dicha compañía.
El 1 de agosto de 2014, la Fundación Ching Ying Fa declaró mejoras en esa finca por casi $1 millón, dinero que compró a sus residentes una cava de vinos, piscina y jacuzzi, una tina de hidromasajes en la recámara principal, grifería de lujo y planta de aguas servidas y, al menos, siete cómodas habitaciones. (ver foto).
‘PRESTANOMBRES’
Varios empleados de Arjona Duque, entre ellos su mano derecha Yulissa Ortega Espinosa, prestaron sus nombres, no solo para constituir Klip Financial Investment, sino para abrir una cuenta a nombre de esta sociedad en Banco Panamá (obsérvese su firma en los facsímiles de los cheques de Klip Financial Investment).
La cuenta la abrió Ortega Espinosa que, debido a las normas bancarias contra el blanqueo de activos, declaró bajo juramento que Pariente es dueño del 100% de las acciones de la compañía, según un formulario al que tuvo acceso La Prensa.
Además, una serie de cheques –cuyos fondos fueron triangulados entre sociedades de Pariente y empresas constituidas por la firma Arjona, Figueroa, Arrocha & Díaz– también están en poder de la autoridad judicial (ver cheques).
Así pues, Pariente parece ser un importante eslabón (aparentemente perdido, pues no está en Panamá ni ha respondido los cuestionarios enviados a su dirección de correo electrónico) en el engranaje que permitió contrataciones multimillonarias y que en medio de este “florecimiento empresarial”, se hizo de bienes muebles e inmuebles por millones de dólares.
INVESTIGACIÓN
Este poder del que gozó Pariente despertó la curiosidad de la fiscal primera Anticorrupción, Tania Sterling, quien abrió una investigación de oficio tras las publicaciones de este diario, relacionadas con el primer contrato de la comida deshidratada, que dio lugar a todo lo acontecido después.
Estas pesquisas son independientes a las del fiscal de Cuentas, Guido Rodríguez, quien la semana pasada recibió una auditoría de la Contraloría del primer contrato de comida deshidratada.
Esa auditoría arrojó una lesión patrimonial de $14.5 millones, es decir, el monto total de ese proyecto. Se calculó la lesión por esta suma, porque la Contraloría determinó que ese proyecto “no era necesario”.