El domingo 26 de enero de 2025, sin disparar una sola bala, lanzar un misil o soltar una bomba, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue capaz de doblegar al mandatario colombiano Gustavo Petro, quien se resistió a que aviones militares estadounidenses llevaran de vuelta a su país natal, en condiciones indignas, a ciudadanos colombianos deportados de Estados Unidos.
A la declaración de Petro le siguió una de Trump en la que amenazó con imponer un arancel de 25% a las exportaciones colombianas a Estados Unidos, dicho arancel sería aumentado a 50% si persistía la negativa colombiana por más de una semana. Además, se anularían las visas a funcionarios del gobierno de Petro, sus familiares así como a los miembros de los partidos políticos que apoyan a Petro. La lista de sanciones también incluyó el reforzamiento de las inspecciones aduaneras a los ciudadanos colombianos que visiten Estados Unidos, así como a la carga procedente de Colombia. Ante tal abrumador embate, el gobierno de Colombia cedió a las pretensiones de Trump, cuya Casa Blanca declaró “victoria”, y que a Estados Unidos se le volvió a “respetar”.
Trump, a mi no me gusta mucho viajar a los EEUU, es un poco aburridor, pero confieso que hay cosas meritorias, me gusta ir a los barrios negros de Washington, allí ví una lucha entera en la capital de los EEUU entre negros y latinos con barricadas, que me pareció una pendejada,…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 26, 2025
Los superpoderes de Trump
Con apenas ocho días en la presidencia, Donald Trump ha sacudido al mundo y ha demostrado su disposición de usar todos los medios para alcanzar sus fines. En materia internacional, Trump tiene la bandeja servida debido a la Ley de Poderes para Emergencias Económicas Internacionales o The International Emergency Economic Powers Act (IEEPA), por sus siglas en inglés. Esta Ley, aprobada en 1977, le confiere al presidente de Estados Unidos la potestad de declarar una emergencia en razón de una amenaza externa a la seguridad nacional, la política exterior o la economía de Estados Unidos. Segun la IEEPA, el mandatario estadounidense que la aplique puede actuar ampliamente sobre el comercio internacional incluyendo la restricción de intercambios comerciales, así como la confiscación de bienes en Estados Unidos, y la suspensión del acceso al sistema financiero estadounidense, a todas aquellas entidades que sean consideradas una amenaza a los intereses de ese país.
El presidente Jimmy Carter fue el primero que la usó, en 1979, contra Irán, por la crisis de los rehenes estadounidenses en dicho país. Hasta el 31 de diciembre de 2024, la IEEPA había sido aplicada en 40 ocasiones. De estas, se aplicó 11 veces en el primer gobierno de Donald Trump. Por ejemplo, el 30 de mayo de 2019 se usó para amenazar a México con la imposición de aranceles por el tema migratorio y a China el 24 de agosto de ese mismo año se le restringió el acceso a adquirir la tecnología más avanzada de Estados Unidos. Igualmente la norma se le aplicó a la empresa Tik Tok en 2020 para obligarla a vender su filial estadounidense a empresas de ese país. En total, en el primer mandato de Trump se le aplicó la IEEPA a unas 3,700 entidades incluyendo empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales.
La mecánica de la IEEPA
El cumplimiento de las sanciones, restricciones o exclusiones de la IEEPA, es una función principalmente atribuida a la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos, en particular a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), por sus siglas en inglés. Junto a la OFAC, las demás entidades del Gobierno de Estados Unidos —como el Departamento de Estado, el Departamento de Comercio y la Agencia de Migración y Aduanas, entre otras— son responsables de ejecutar tareas específicas correspondientes a su ámbito de jurisdicción para hacer cumplir la IEEPA.
Según la IEEPA, el presidente de Estados Unidos debe informar al Congreso cada vez que sea aplicada y debe renovar la declaración de emergencia que fundamenta las acciones específicas de forma anual. Dado que la Cámara Baja y el Senado están en manos de los republicanos no es de esperar que haya mucha resistencia a las actuaciones de Trump con la IEEPA. Incluso en su primer mandato, con la entonces poderosa demócrata Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara Baja, Trump fue capaz de usar la IEEPA a sus anchas.
Con la experiencia de su primer gobierno y el impacto de lo ocurrido con Colombia el pasado domingo, Trump cuenta con el entendimiento de que la IEEPA es quizás el arma más poderosa que tiene en su arsenal para doblegar las voluntades de las naciones extranjeras. Sin embargo, el actual gobierno de Estados Unidos debe tomar en cuenta que aunque el miedo produzca resultados a corto plazo, a largo plazo los países renuentes a la voluntad de Trump pueden aprender a esquivar los efectos de la IEEPA, o peor aún a resistirlos. Trump sabe con quién usar la IEEPA y con quien no. La semana pasada la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, se negó —en una conversación telefónica con el propio Trump— a considerar la venta de Groenlandia. A Dinamarca, un país miembro de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Trump no le anunció represalia alguna.