‘Durante el incendio hubo burlas de los policías’: Suazo

‘Durante el incendio hubo burlas de los policías’: Suazo


David Suazo, uno de los dos sobrevivientes del fuego registrado en la celda 6 del Centro de Cumplimiento de Menores el 9 de enero de 2011, en el que fallecieron cinco de sus compañeros, relató que suplicó a los policías para que los dejaran salir, pero estos, y los custodios del penal, se burlaban de lo que sucedía.

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Audiencia por caso de menores quemados en el Centro de Cumplimiento de Tocumen en 2011Policías causaron el fuego y no hicieron nada para salvar a los menores

Su declaración se dio ayer, en el tercer día de audiencia en el Segundo Tribunal de Justicia a nueve policías, dos custodios e Iris Cedeño, exdirectora del centro de cumplimiento, por la supuesta comisión de los delitos de homicidio, tentativa de homicidio y tratos inhumanos en perjuicio de los internos.

Suazo recordó que los siete internos de la celda 6 no participaron de las protestas por la falta de agua que realizaba otro grupo, lo que produjo la represión policial.

Indicó que, pese a ello, les lanzaron dos bombas lacrimógenas en la celda que ocasionaron el fuego, y uno de los custodios introdujo el cañón de una escopeta de perdigones por los barrotes e hizo dos detonaciones.

Expresó que el humo le impedía respirar, por lo que se metió bajo la cama para intentar escapar del fuego, mientras escuchaba a sus compañeros que pedían ayuda y gritaban desesperadamente para que abrieran la celda.

Detalló que cuando salió de su escondite su compañero Benjamín Mojica le cayó encima. “Estaba como muerto, totalmente quemado”, describió.

Además, relató que en la celda 6 había un estado de confusión por el humo, los gritos y el calor asfixiante. “Fueron momentos desesperantes que se volvieron eternos”, contó.

“Cuando se abrió la puerta de la celda me dieron un golpe en la cabeza que me dejó mareado; luego me lanzaron al patio del penal y a mi lado estaba Erick Batista. Nos metieron en la ambulancia, nos llevaron al Santo Tomás y allí estuve 13 días en coma”, destacó.

Suazo reconoció al subteniente Ernesto Rogelio Blake y al cabo Eduardo Barreno (sindicados en este proceso) como dos de los policías que les gritaban improperios y decían: “por qué ahora llaman a sus madres, si son tan hombrecitos”.

Además, explicó que ahora tiene dificultades para respirar y para mantener sus manos en alto, como consecuencia de las quemaduras y que, tras haber salido del hospital, nunca recibió asistencia sicológica.

En la audiencia, la magistrada sustanciadora María de Lourdes Estrada negó una moción de la abogada Nora Sánchez, quien representa a los familiares de Víctor Jiménez –uno de los cinco menores fallecidos–, para que Suazo mostrara a la audiencia las cicatrices de sus quemaduras en el pecho, la espalda y el cuello.

En los dos últimos días, el juicio ha sufrido retrasos por la tardanza en el traslado de los policías imputados, quienes se encuentran recluidos en la sede de la Policía Nacional, en Ancón, en labores administrativas.

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