El suicidio es considerado como una consecuencia de enfermedades de salud mental como la depresión, pero puede estar asociado a una gran cantidad de causas. Es además un problema que ha afectado a la sociedad desde siempre y tiende a convertirse en una estadística del sistema de salud que con frecuencia pasa desapercibido.
Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República dan cuenta que entre 2019 y 2021 se registró en el país un total de 324 suicidios, la mayoría en hombres.

De hecho, las últimas estadísticas disponibles en el INEC sobre suicidios indican que en el 2021 se reportaron 130 casos, de los cuales 113 (87%) eran hombres y 17 mujeres.
La realidad de Panamá coincide con la del resto de los países de las Américas, pues la región es la única del mundo donde la mortalidad por suicidio ha ido en aumento desde el año 2000, informó recientemente la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, la mayoría de los suicidios del continente se observa en hombres, con un 79% de la totalidad registrada, pero el suicidio entre mujeres también ha ido en aumento. En el año 2019 se produjeron poco más de 97 mil suicidios en la región.
Los datos están contenidos en un nuevo estudio de la OPS y los gobiernos de sus países socios, que fue publicado en la revista médica The Lancet Regional Health Americas.
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PIIS2667193X23000248.pdfEn ese documento fueron identificadas las mayores determinantes sociales del suicidio en el continente americano en el periodo 2000-2019, con un análisis de datos aportados por las autoridades sanitarias de los países miembros.
El análisis señala que, en el periodo 2000-2019, el homicidio y el consumo de alcohol y otras sustancias fueron elementos asociados con el suicido entre los hombres, mientras que en el caso de las mujeres resaltó la desigualdad educativa como el principal factor. El desempleo fue otra variable asociada con el aumento de suicidios en ambos sexos.
Suicidio y economía
Virginia Torres-Lista, psicóloga y científica del Centro de Investigaciones Científicas de Ciencias Sociales y miembro del Sistema Nacional de Investigación de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, explicó que diversos estudios han encontrado una correlación entre el suicidio y la economía, específicamente, la estabilidad laboral, ya que cuando un país entra en un proceso de recesión, las personas se encuentran en una situación de vulnerabilidad social, en la que no observan soluciones inmediatas a nivel económico. Esto trae como consecuencia que el individuo realice conductas de riesgo, donde en algunos casos termina con su vida.
Sostuvo que los factores contextuales afectan de forma diferente a ambos géneros y los hombres parecieran ser más sensibles a los cambios sociales que las mujeres, es decir, al tema económico, estabilidad laboral, problemas de conducta y consumo de alcohol, entre otros. En jóvenes adultos, se observa abuso de drogas, trastornos de externalización y acceso a los medios. En este punto entran las redes sociales como detonante de modelos de conductas o los famosos “retos” que ahora son muy comunes en la región, donde hay un aumento de suicidio, a consecuencia de esto último, dijo.
La psicóloga y científica indica que la salud mental debe ser un tema de agenda nacional, pues cuando los ciudadanos tienen cubierta su estabilidad laboral y bienestar emocional, psicológico y social, el país toma una mejor dirección. Es una lección que nos dejan diversos países: cuando hay preocupación por estos temas, se va construyendo una mejor resiliencia para reducir la vulnerabilidad en las personas.
A juicio de Torres-Lista, se debe hacer una mayor concientización ciudadana y se está comenzado, por ejemplo, con la campaña publicitaria de la Caja del Seguro Social (CSS) denominada “Sé tú mismo”. No obstante, se requiere llegar a los niños y jóvenes, enseñarles a construir su resiliencia, su cuidado en salud mental.
En Panamá, son múltiples los centros y hospitales que ofrecen servicios de psicología y psiquiatría. Uno de estos es la policlínica Presidente Remón de la CSS, donde hay un grupo de psicólogos y psiquiatras idóneos que tienen como objetivo que el paciente referido a alguna de estas dos disciplinas pueda encontrar respuesta a sus dolencias y así recuperar su bienestar emocional, psicológico y social.
Para Jorge Valdés, director médico de la policlínica Presidente Remón, la pandemia ha dejado a muchas personas con afecciones de salud mental a nivel mundial, aun cuando estas no hayan padecido de la covid-19.
“La salud mental es fundamental para poder vivir una vida plena y muchas veces obviamos manifestaciones de que pudiera estar comprometida. No obstante, en la Policlínica de calle 17, se ofrece esta ayuda profesional, que le facilitará procesar y aprender a convivir con experiencias traumáticas y aportar herramientas para poder adaptarse a cambios importantes de la vida”, remarcó Valdés.


