Seduce, atrapa y repugna. Hasta que la repugnancia invade todos tus sentidos.
Sin embargo, La Sustancia cautiva al público comercial, y resulta una pieza memorable para los expertos ¿A qué se debe esto? Te lo explicamos.
La truculencia, el dinamismo visual y la sexualidad implícita se exaltan con detalles y precisión. Y la tensión devora al espectador cual extracción de suero lumbar; el mismo que alimenta la ambición desmedida de la joven Sue.
He aquí el mayor atractivo para el público de sala: sus imágenes inquietan, pero, a la vez, generan fascinación. La conmoción audiovisual punza sin contemplación la retina del espectador, y le inyecta crudeza y excesos.
Adicional, un reparto de lujo que marca el retorno de una deslumbrante Demi Moore. Taquilla asegurada.