El abogado de uno de los mayores narcotraficantes del mundo, Joaquín El Chapo Guzmán, negó tajantemente el viernes haber pasado mensajes de su cliente a eventuales testigos de su futuro juicio, o haberlos amenazado.
El exjefe del cártel de Sinaloa, de 60 años, famoso por sus dos espectaculares escapadas de prisión de cárceles mexicanas, está preso en total aislamiento en Manhattan desde su extradición a Estados Unidos el 19 de enero pasado. Es acusado de 17 delitos, entre ellos haber dirigido uno de los mayores imperios del narcotráfico de América y enviar más de 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Su juicio debe comenzar el 16 de abril. "No he pasado ningún mensaje de mi cliente a terceros, punto. Ciertamente no he pasado nada que pueda ser remotamente percibido como una amenaza", dijo el abogado de El Chapo, Eduardo Balarezo, en una declaración enviada a la AFP.
En una carta enviada al juez el viernes, el abogado admite que ha hecho contactos con varias personas que podrían ser testigos, y que todos menos uno han accedido a reunirse con él. También se queja de que el gobierno lo acusa "sin pruebas" de pasar mensajes y niega haber amenazado a nadie.
Balarezo asegura que el gobierno intenta intimidarlo y está obstaculizando el derecho a la defensa de su cliente. La polémica comenzó cuando el gobierno presentó en noviembre una moción buscando retrasar el proceso de identificación de testigos para el juicio a raíz de "riesgos de seguridad". Balarezo respondió a la corte que retrasar la identificación de testigos perjudica el derecho de defensa de su cliente.
Según el abogado, la fiscalía lo acusó entonces de pasar mensajes de El Chapo a presuntos testigos, y dijo al juez que una de esas personas con las cuales habló el defensor interpretó el mensaje como una amenaza. Varios documentos del caso han sido archivados bajo secreto sumario.
El juez aceptó el jueves la moción del gobierno para proteger la identidad de los testigos hasta último momento. La próxima audiencia está fijada para el 19 de enero.