El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, no viajará voluntariamente a Estados Unidos para enfrentar cargos no revelados en su contra, dijo uno de sus abogados, adelantando una posible disputa por la extradición de una figura clave en la investigación del fiscal especial estadounidense sobre el vínculo entre Rusia y Donald Trump.
Assange, que está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, donde se le concedió asilo, especuló públicamente durante años con que el Departamento de Justicia de Estados Unidos había presentado cargos penales secretos en su contra por revelar información gubernamental muy sensible en su cibersitio.
Esta hipótesis pareció real luego de que en una errática demanda en un caso no relacionado, la fiscalía reveló sin querer la existencia de cargos secretos.
El documento, descubierto el jueves por la noche, señaló que los cargos y la orden de detención “tendrían que permanecer confidenciales hasta que Assange sea arrestado en relación con los cargos en la denuncia penal y, por tanto, no pueda evadir o evitar por más tiempo la detención y extradición en este asunto”.
Una persona familiarizada con la situación, que habló bajo condición de anonimato porque el caso aún no se ha hecho público, confirmó que los cargos fueron presentados.
Por el momento se desconoce qué acusaciones enfrenta Assange o cuándo se revelarán.

