Los abogados de Donald Trump acordaron el jueves iniciar negociaciones en una demanda colectiva por fraude en la que se involucra al presidente electo y a la ahora extinta Universidad Trump, lo que aumenta la posibilidad de un final expedito a un caso de seis años y medio justo antes de que llegue a los tribunales.
Daniel Petrocelli, el abogado principal de Trump en el caso, también solicitó que se postergue el juicio hasta principios del año entrante, alegando que Trump necesitaba tiempo para trabajar en su transición a la presidencia. "La buena noticia es que fue electo presidente.
La mala noticia es que ahora tiene mucho más trabajo por hacer", le dijo Petrocelli al juez federal de distrito, Gonzalo Curiel.
La demanda en que se acusa que la Universidad Trump no cumplió sus promesas de enseñar el camino al éxito en el negocio de bienes raíces comienza el 28 de noviembre en San Diego ante Curiel, el juez nacido en Indiana y al que Trump acusó durante su campaña presidencial de ser parcial debido a su origen mexicano.
Ambas partes aceptaron la oferta de Curiel para trabajar con el juez federal de distrito Jeffrey Miller, quien tiene sede en San Diego, con respecto a un posible acuerdo fuera de tribunales.
"Desde ahora le puedo decir que soy todo oídos", le dijo Petrocelli a Curiel.
Patrick Coughlin, abogado de los exestudiantes que interpusieron la demanda, dijo a la prensa que los intentos previos de negociación han fracasado. "Hemos tenido diferencias abismales", dijo afuera del juzgado.
Curiel no dio indicios de cuál sería su fallo a la solicitud de postergar el juicio, pero alentó los esfuerzos de un acuerdo. Se ha mostrado renuente a retrasar aún más el proceso.
El juez señaló que el 28 de noviembre asistirán a la corte más de 100 posibles jurados y se seleccionarían a nueve para comenzar con los argumentos iniciales a más tardar dos días después. Espera que ambas partes terminen de exponer sus casos alrededor del 14 de diciembre.