La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos seleccionó este martes, 16 de junio, al presidente de la primera corte constitucional de Ecuador como uno de los cuatro miembros nuevos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
De los 23 estados miembros de la OEA que reconocen la autoridad de la CorteIDH, 22 dieron el voto a Patricio Pazmiño pese a las advertencias de algunos voceros de la sociedad civil sobre el posible conflicto de interés que podría representar su puesto actual en la justicia ecuatoriana.
Un panel de cinco expertos convocados por Open Society Foundations, una organización no gubernamental presidida por el magnate George Soros, había advertido previamente que no pudo encontrar precedente de que un miembro actual del máximo tribunal de un Estado que simultáneamente ejerza como juez de la CorteIDH.
“Crea preocupaciones por una carga de trabajo que podría impedirle ejercer sus funciones, y un conflicto de interés potencial”, escribieron los expertos en un informe.
Pazmiño refutó este martes los cuestionamientos, al asegurar que cesará sus funciones en la corte constitucional de Ecuador en noviembre, cuando el tribunal realizará un sorteo de tres magistrados para renovarse.
“Entiendo que asumo una responsabilidad que requiere toda mi dedicación, y me dedicaré a la Corte, que es para lo que me eligieron los 22 estados”, dijo a reporteros en la sede de la OEA minutos después de resultar electo.
Pazmiño aseguró que sí hay precedentes de que magistrados laboren en tribunales de su país mientras se desempeñan en la CorteIDH, y citó como ejemplo a su connacional Hernán Salgado, quien ocupara ambos despachos entre 1999 y 2003.
Los expertos también advirtieron que, tras evaluar información pública, les resultaba difícil determinar si Pazmiño podrá “mantener la independencia necesaria del poder ejecutivo de Ecuador”, pero el juez respondió que es “imposible jurídicamente”, ya que los integrantes de la CorteIDH están obligados a inhabilitarse ante casos provenientes de su país de origen.
Al ser consultado antes de la votación sobre la idoneidad de los 11 candidatos postulados para ocho vacantes, el secretario general de la OEA Luis Almagro evitó pronunciarse, alegando que son los países a quienes corresponde elegirlos.