Los devastadores incendios en la Amazonía y las tensiones comerciales centraban este sábado 24 de agosto los debates antes del inicio del G7 en el sur de Francia, una cumbre bajo un clima de tensión y divisiones internas.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anfitrión del encuentro en el balneario de Biarritz, llamó a una “movilización de todas las potencias” para sofocar las llamas que devoran bosques de la Amazonía brasileña desde hace varios días.
“Debemos responder al llamado de los bosques (...), de la Amazonía, nuestro bien común (...) y por lo tanto vamos a actuar”, prometió el jefe de Estado francés en un discurso a la nación retransmitido por televisión, antes de recibir a sus socios.
Francia, que mantuvo un áspero pulso la víspera con su homólogo brasileño Jair Bolsonaro, ha amenazado con bloquear el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur por las “mentiras” del mandatario brasileño en materia de compromisos ambientales.
Aunque el gobierno alemán temperó el ímpetu de Macron, afirmando que oponerse al pacto “no es la respuesta apropiada”, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, consideró “difícil de imaginar” un acuerdo con el Mercosur –bloque al que pertenece Brasil– cuando la Amazonía arde.
“Por supuesto respaldamos el acuerdo entre la UE y el Mercosur (...) pero es difícil imaginar un proceso de ratificación armónico por parte de los países europeos mientras que el gobierno brasileño permita la destrucción del pulmón verde de la Tierra”, dijo Tusk poco después de llegar a Biarritz.
La cumbre, en la que participan los líderes de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón, estaba también dominada por un recrudecimiento de las tensiones comerciales, que, a boca de Tusk, amenazan con una “recesión” mundial.
“Las tensiones comerciales son malas para todos”, advirtió Macron, en un mensaje dirigido a su par estadounidense, Donad Trump, quien el viernes reiteró sus críticas a la decisión del ejecutivo francés de aplicar un impuesto a las grandes empresas tecnológicas, como Google o Facebook, y amenazó con imponer en represalia nuevos gravámenes a los vinos franceses.
“No me gusta lo que ha hecho Francia”, dijo el republicano. “Es muy injusto (...). Si lo hacen, impondremos aranceles a sus vinos (...). Aranceles como nunca han visto”, señaló Trump en tono combativo, a lo que la UE aseguró que “respondería en el mismo nivel”.
La víspera, en otro frente de las tensiones comerciales que sacuden al mundo, el inquilino de la Casa Blanca respondió a nuevos aranceles anunciados por Pekín a productos estadounidenses con más gravámenes a bienes chinos.