Analistas estiman que la presión popular puede ser una opción para referendo

Analistas estiman que la presión popular puede ser una opción para referendo


Ante los límites que la autoridad electoral impuso para revocar este año el mandato del presidente Nicolás Maduro, la oposición venezolana tiene ante sí la opción de echar mano de una estrategia que no siempre le ha funcionado: la presión popular en las calles.

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Analistas estiman que si la coalición opositora logra convertir el descontento popular en una fuerza organizada que presione por la realización del referendo, la autoridad electoral podría verse lo suficientemente presionada para aceptar realizarlo en 2016.

La decisión que tomó la víspera el Consejo Nacional Electoral de llevar hasta fines de octubre la recolección de las firmas de 20% del electorado que se requieren para activar el referendo, tomarse casi un mes para validar esas rúbricas y establecer tres meses para realizar la consulta dejó a la oposición con los plazos muy estrechos.

José Antonio Gil Yepes, director de la encuestadora local Datanálisis, afirmó que ante ese escenario a la oposición solo le queda presionar desde las calles para que el Consejo Nacional Electoral, controlado por el oficialismo, no extienda los plazos.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, dijo que la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral) necesarias para convocar al referendo se realizaría a fines de octubre, lo que cayó como un balde de agua fría en la oposición, que exige celeridad.



"La oposición tiene que articularse, tiene que organizarse y tiene que aplicar la calle para que el gobierno entienda. Si la oposición no va a protestar a la calle y no le presenta una situación difícil al gobierno, el gobierno no va a entender", dijo Gil Yepes a The Associated Press.

La fecha límite es el 10 de enero de 2017, cuando se superaría la mitad del mandato de Maduro y se agotaría la posibilidad constitucional de llamar a nuevas elecciones. Pasada esa fecha y de revocarse el mandato de Maduro, los últimos dos años del período presidencial deberán ser completados por el vicepresidente, según lo establece la Constitución.

La duda es si la oposición podrá articularse en tan corto tiempo y organizar a los numerosos venezolanos descontentos con el gobierno y que intentan sobrevivir una inflación de tres dígitos, la severa escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos y una desbordada delincuencia.

"Se requiere la máxima cantidad de presión social y política concentrada en el tiempo", planteó el consultor político Édgar Gutiérrez. Agregó que la recolección de las firmas de 20% del electorado debe ser "absolutamente contundente y demoledora" para darle empuje definitivo al referendo.

En 2014 un sector radical de la oposición promovió protestas callejeras en todo el país para presionar al gobierno, pero luego de casi cuatro meses de movilizaciones y de una intensa represión de los cuerpos de seguridad las manifestaciones se disolvieron y el gobierno de Maduro salió fortalecido.

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