Una ola de frío extremo congeló el medio oeste de Estados Unidos este miércoles 30 de enero, con temperaturas más frías que en la Antártida que obligaron a anular vuelos y suspender viajes, y paralizaron la vida de decenas de millones de ciudadanos.
Los servicios postales se interrumpieron, los colegios y negocios cerraron y los residentes tuvieron que permanecer en sus casas en 12 estados donde las temperaturas alcanzaron cifras de dos dígitos bajo cero, en la ola de frío más extrema en afectar a la región en años.
Medios estadounidenses atribuyen al menos cinco muertos a las bajas temperaturas y a la tormenta de nieve que les precedió.
En la tercera ciudad estadounidense, Chicago, donde la temperatura esta mañana era de -30°C, con una sensación térmica de -46°C a causa del viento helado, hacía más frío que en la capital del estado de Alaska e incluso más que en algunas partes de la Antártida.
Y bloques de hielo flotaban en el río de la ciudad, al tiempo que las llamas de los quemadores de gas calentaban las líneas ferroviarias regionales para mantenerlas en funcionamiento.
Más de mil 800 vuelos fueron cancelados en los dos grandes aeropuertos de la ciudad y el operador ferroviario Amtrak interrumpió su servicio con salida de Chicago.
El servicio postal estadounidense, conocido por su compromiso de hacer llegar el correo a pesar de las inclemencias climáticas, suspendió las entregas en Indiana, Michigan, Illinois, Ohio, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Nebraska.
La causa parece ser una masa de aire ártico que se desprendió del vórtice polar que habitualmente rodea el Polo Norte, provocando la ola polar.