La Cámara de Diputados de Paraguay rechazó y mandó a archivar este miércoles un proyecto de enmienda de la Constitución por el Congreso que iba a habilitar al presidente Horacio Cartes a la reelección en 2018.
El debate sobre este tema provocó un sangriento enfrentamiento entre oficialistas y opositores, que dejó un muerto, decenas de heridos entre el 31 de marzo y el 1 de abril.
Los manifestantes también quemaron el edificio legislativo. La crisis política se debilitó el lunes 17, cuando Cartes anunció que renunciaba a su candidatura para optar a un nuevo mandato.
Su decisión coincidió con la visita a Paraguay de un emisario del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien mantuvo conversaciones con las autoridades gubernamentales y la oposición.
El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, también conversó con las partes involucradas en el conflicto. Almagro señaló en una entrevista con la AFP la semana pasada que "la racionalidad ha imperado y encontrado el rumbo" en Paraguay.
"Yo estuve convencido desde el primer momento que el sistema político paraguayo iba a encontrar las mejores soluciones para este asunto", observó.
Tras un largo debate en la plenaria de diputados, el proyecto de enmienda fue rechazado por 79 votos y una abstención.
Manifestantes opositores concentrados frente al edificio legislativo celebraron la resolución con bombas de estruendo y estribillos como "dictadura nunca más".
"De hoy en más ningún dictadorzuelo vendrá a querer apropiarse para vender el Paraguay", dijo en un mensaje al contingente Efraín Alegre, presidente del partido Liberal y candidato a las elecciones presidenciales de abril de 2018.
El líder de la disidencia del partido Colorado contra el presidente Cartes, Mario Abdo Benítez, pidió "dar vuelta a la página de esta trágica historia y priorizar a partir de ahora los intereses nacionales".
En la sesión de diputados estuvieron presentes los padres del joven activista opositor Rodrigo Quintana, de 25 años, asesinado por la policía de un disparo de escopeta. Entre sollozos y abrazos con los parlamentarios, los Quintana saludaron la decisión.
Benítez dijo que el rechazo de la enmienda "es una victoria de la ciudadanía sin banderías políticas".
Cartes tenía mayoría absoluta para aprobar el proyecto, pero la presión de las movilizaciones sumadas a la atención internacional consiguieron que se archivara, coincidieron los portavoces opositores.
