Una multitud abrazó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo al recordar a los miles de desaparecidos de la última dictadura militar (1976-1983) el jueves en un acto frente al palacio gubernamental que dejó en evidencia las cuentas todavía pendientes en Argentina a 40 años de golpe de Estado que la instauró.
"A 40 años del golpe sentimos orgullo de la lucha de los 30 mil detenidos-desaparecidos", dijo Lidia "Taty" de Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, al leer un documento en el cierre de la marcha que realizaron junto a otros organismos de derechos humanos.
"Los miramos en las fotos y los recordamos con amor. Reivindicamos sus luchas. Son parte de esta memoria colectiva que nos abraza", destacó la activista.
El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas derrocaron al gobierno de Isabel Perón y desataron una feroz represión que, de acuerdo a los organismos de derechos humanos, dejó un saldo de 30 mil víctimas, a los cuales se denominan desaparecidos pues la mayoría de los cuerpos nunca fueron hallados.
Las fotografías de muchos de ellos están grabas en una larga bandera argentina celeste y blanca de más de 100 metros de longitud que sostenían familiares de los desaparecidos, entre ellos algunos de los 119 nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Esta organización denunció que 500 niños nacidos durante el cautiverio de sus madres en centros clandestinos de detención fueron separados de ellas y entregados en adopción ilegal ."Tenemos todavía 400 nietos no recuperados, muchos desaparecidos. Nadie está en condiciones de pedir un punto final a esta situación y la memoria está más viva que nunca", comentó a AP Milena Larrondo, de 22 años.
Hasta el momento hubo 370 condenados por los crímenes cometidos durante el régimen. De acuerdo al Centro de Estudios Legales y Sociales un total de 2 mil 071 personas, entre civiles y personal de las fuerzas armadas y de seguridad, están o estuvieron involucradas en causas vinculadas con el terrorismo de Estado.
Con los clásicos pañuelos blancos sobre canosas cabelleras, las ancianas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo recorrieron a paso lento, algunas de ellas en silla de ruedas, las seis cuadras hasta la plaza, escoltadas por miles de personas que les gritaban "el pueblo las abraza".
A los largo del recorrido pasaban por encima de figuras si rostro que simbolizan a los desaparecidos pintadas de blanco sobre la calle, mientras los músicos tocando tambores buscaban abrirles el paso entre la multitud.
"Tenemos memoria y verdad, no nos dejamos engañar porque nos tiren flores al río. Los desaparecidos son nuestros, no de estos mentirosos e hipócritas. Ese es nuestro espacio y donde están nuestros muertos", afirmó Susana González, de 58 años, que tiene a su novio Alejandro desaparecido desde 1978.
Durante la marcha también se lanzaron insultos contra el presidente Mauricio Macri por los despidos masivos de empleados públicos y las medidas económicas que adoptó, en particular el acuerdo con el grupo de acreedores estadounidenses por la deuda impaga desde 2001.
Las consignas más duras fueron lanzadas por militantes de organizaciones políticas y sociales afines al anterior gobierno de Cristina Fernández (2007-2015).
En un mensaje difundido por redes sociales, Macri propuso "trabajar juntos para fortalecer la convivencia pacífica entre los argentinos, juntos digamos nunca más a la división de los argentinos, juntos por una argentina unida y en paz".
Tras solidarizarse con los gobiernos de centro-izquierda de la región por considerar que sin víctimas de "golpes destituyentes" encabezados por grandes corporaciones, de Almeida cerró la jornada clamando por "los 30 mil detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre".