Desconocidos mataron a tiros en Honduras a un ambientalista indígena dos semanas después de que fuera asesinada la líder de su organización Berta Cáceres, en un hecho que aunque las autoridades calificaron el miércoles de "aislado" puso nuevamente en evidencia los riesgos para los activistas en la nación centroamericana.
La policía informó que Nelson García, de 39 años, recibió el martes varios tiros de al menos dos pistoleros cuando llegaba a comer a su casa en la aldea de Río Chiquito, a unos 200 kilómetros al norte de Tegucigalpa, tras ayudar a trasladar los enseres domésticos a decenas de indígenas que agentes desalojaron de tierras de las que se habían apoderado en esa localidad.
El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (Copinh), del que García y Cáceres eran líderes, en un comunicado atribuyó el hecho al "hostigamiento constante del gobierno contra la etnia hondureña".
Cáceres, de 45 años, murió el 3 de marzo en circunstancias similares a la de García y su muerte aún no ha sido aclarada por el gobierno hondureño.
"La represión, intimidación y amenazas han arreciado en los últimos días hacia sus compañeros que libran la lucha por recuperar tierras para cultivarlas y preservar los recursos naturales", señaló el Consejo.
La organización internacional Global Witness considera a Honduras el país más peligroso en términos per cápita para los ambientalistas en los últimos años, con al menos 109 asesinados entre 2010 y 2015, una cifra que no considera el asesinato de García.
La policía manifestó en un comunicado que "la muerte de García es un caso completamente aislado y se produjo después que él fue atacado por dos desconocidos, cuando salía de su casa a unos 20 kilómetros de distancia del sitio donde ocurrió el desalojo".
La embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa afirmó en una declaración que "condenamos el asesinato de García al suceder en una fecha tan cercana al asesinato de su colega Berta Cáceres. Su muerte es causa de particular preocupación".
El secretario General de la Organización de los Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro, condenó también la muerte violenta de García. Y en su cuenta de Twitter escribió: "ííBasta de impunidad!!".
La OEA instaló a principios de este mes un grupo de expertos para investigar la corrupción e impunidad en Honduras.
"Después de la muerte de Berta Cáceres, hubo una exigencia clara de la comunidad internacional al gobierno de Honduras que tenía que proteger a los miembros de Copinh. El gobierno falló en hacerlo", señaló la congresista demócrata estadounidense Norma Torres, quien nació en Guatemala.
Cáceres había denunciado repetidamente que era objeto de amenazas de muerte por parte de la policía, el ejército y grupos de terratenientes.
Además, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos le había otorgado medidas cautelares desde 2009, pero el gobierno hondureño no le asignó protección. García y Cáceres eran de la etnia lenca, con más de 400 mil miembros diseminados en Honduras y El Salvador.
Enérgica condena asesinato d líder indígena y de DDHH Nelson Garcia en #Honduras. Basta d impunidad!!