El autor del atentado suicida en un concierto de Mánchester buscó provocar la mayor matanza posible, dejando tras de sí 22 muertos, entre ellos niños y adolescentes, afirmó este martes 23 de mayo la primera ministra británica Theresa May.
Además, la Policía practicó la primera detención en relación al caso, la de un hombre de 23 años en el sur de Mánchester.
“Sabemos que un solo terrorista hizo estallar un artefacto casero cerca de una de las salidas del recinto, eligiendo deliberadamente el momento y el lugar para causar la mayor matanza”, dijo May enfrente de Downing Street.
La primera ministra informó que la Policía creía conocer la identidad del autor del atentado del Mánchester Arena al final de un concierto de la estrella juvenil Ariana Grande, que dejó 22 muertos y 59 heridos, entre ellos niños.
“La Policía y las fuerzas de seguridad creen conocer la identidad del autor, pero en este punto de las investigaciones no pueden confirmar su nombre”, precisó.
Las fuerzas de seguridad “creen que el atentado fue cometido por un solo hombre, pero necesitan saber si actuaba solo o era parte de un grupo”, añadió la primera ministra, que acababa de presidir una reunión urgente de su Gabinete se seguridad.
El ataque de Mánchester es el más grave desde julio de 2005 cuando una serie de atentados suicidas dejó 52 muertos, entre ellos cuatro kamikazes, y 700 heridos en el metro y un autobús de Londres. Este ataque fue reivindicado por un grupo que decía pertenecer a Al Qaeda.
May se desplazará a la ciudad del noroeste de Inglaterra este mismo martes, para ver de primera mano los efectos de “uno de los peores actos terroristas de la historia de este país”, afirmó.
El autor actuó “deliberadamente contra niños y jóvenes que deberían haber estado disfrutando de una de las mejores noches de sus vidas”.
May confirmó el balance de víctimas y heridos, aclarando que muchos de ellos “están siendo tratados de heridas que amenazan sus vidas”.
El kamikaze detonó su bomba al final del concierto, junto a una de las salidas del recinto.
Las redes sociales hervían con mensajes pidiendo ayuda para encontrar a allegados, y en el vecino hotel Holiday Inn más de 40 muchachos esperaban a sus padres.