Al menos 52 muertos y brutales destrozos: el chavismo se moviliza este martes en rechazo a la violencia durante las protestas en Venezuela contra el presidente Nicolás Maduro, pero que la oposición atribuye a la "salvaje represión" de militares y policías.
"Convoco masivamente a todo el pueblo de Venezuela a las calles con la bandera tricolor de la paz", llamó Maduro durante su programa semanal en la televisora estatal VTV.
El chavismo y la oposición se acusan mutuamente de esta ola de violencia desatada por "encapuchados" durante las protestas contra el gobierno, en las que son cada vez más frecuentes las escenas de saqueos y brutales actos vandálicos, y el sábado provocaron el horror en todo el mundo tras la difusión de imágenes de un joven al que le arrojan gasolina para quemarlo.
La "marcha por la paz" del chavismo se produce al día siguiente de nuevas protestas opositoras, que acabaron en disturbios y enfrentamientos, especialmente en el estado Barinas, cuna del fallecido expresidente Hugo Chávez.
La fiscalía anunció este martes la muerte de un joven de 25 años en ese estado, que eleva a 52 los muertos en 53 días de protestas, así como un millar de heridos.
La organización de derechos humanos Foro Penal denuncia 2 mil 660 detenciones, de las cuales 161 personas han sido encarceladas, ordenado por tribunales militares.
El gobierno acusa a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de "actos de terrorismo" para desencadenar un golpe de Estado.
En los últimos días, Maduro ha denunciado una "corriente nazi-fascista" que –sostiene– crece en la oposición. Según él, los chavistas son "los judíos del siglo XXI".
La oposición, que exige elecciones generales, acusa al gobierno de "represión" contra manifestantes a punta de bombas lacrimógenas, balas de goma e –incluso– armas de fuego, para dispersar y disuadirlos de manifestar.
"Amanecemos los venezolanos de luto por los asesinados en nuestro amado Barinas. ¡Cuánta saña contra nuestro pueblo!", escribió en Twitter el dirigente opositor Henrique Capriles.
Este martes, el Parlamento, único poder controlado por la oposición, debatirá sobre "el uso desproporcionado de la fuerza del orden público, la tortura, la represión". Los analistas coinciden que la violencia puede a la postre golpear a la oposición.
"La violencia que se ha generado en las protestas opositoras son su principal enemigo: 78% de las personas confiesa que no ha participado por temor, temen exponerse. La confrontación desvirtúa el motivo de la protesta y hace que pierda impacto", advirtió a la AFP el politólogo Nicmer Evans, conocido chavista pero crítico del gobierno de Maduro.

