La Policía colocó este jueves 10 de noviembre vallas metálicas alrededor del nuevo hotel en Washington del presidente electo, Donald Trump, y una fila de bloques de cemento protegía el exterior de la Torre Trump en Nueva York, mientras ciudades de todo el país se preparan para un segundo día de protestas por su elección.
Un día después de que miles de personas salieran a las calles de al menos 10 ciudades estadounidenses, desde Boston a Berkeley, California, coreando “¡No es mi presidente!” y “¡No a Trump!”, estaban programadas nuevas protestas en la capital, en Baltimore y en Madison, Wisconsin.
Un representante de la campaña de Trump no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre las protestas, pero Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y destacado defensor de Trump, dijo que los manifestantes son “un puñado de llorones consentidos”.
“Si uno busca a los verdaderos chiflados izquierdistas en el campus, son los profesores, no los estudiantes”, aseguró el jueves Giuliani en Fox News. “Así que esos son los más influidos por los profesores (...) Cálmense, las cosas no son tan malas como piensan”, agregó.
Los manifestantes, jóvenes en su mayoría, criticaron al magnate inmobiliario neoyorquino por la retórica de su campaña contra inmigrantes y musulmanes y por las acusaciones de abuso sexual contra mujeres. Más de 20 personas fueron arrestadas por bloquear o intentar bloquear autopistas en Los Ángeles y Richmond, Virginia, más temprano el jueves.
En el exterior de la lujosa Torre Trump, donde vive el presidente electo, se manifestaba Alex Conway, de 29 años, con un cartel con la leyenda “No es mi presidente”.