El aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Demócrata, Bernie Sanders, advirtió el lunes sobre una crisis humanitaria en Puerto Rico, llamó al gobierno federal estadounidense a respaldar la reestructuración de la deuda pública de la isla y censuró lo que describió como "fondos buitre" por exigir medidas de austeridad.
Durante un acto de campaña en San Juan previo a las primarias del 5 de junio en Puerto Rico, Sanders llamó a la Reserva Federal a autorizar préstamos de emergencia y usar su autoridad para permitir la reestructuración de la deuda.
Además, el senador dijo que los fondos de alto riesgo que poseen una porción significativa de la deuda de 70 mil millones de dólares deberían aceptar lo que llamó un "masivo" recorte en momentos en que la isla continúa cayendo en impago de millones de dólares en bonos.
Centenares de estudiantes se reunieron el lunes por la noche en la Universidad de Puerto Rico para escuchar a Sanders en el último de sus tres actos de campaña.
"En medio de esta terrible crisis humana y económica, es moralmente repugnante que veamos a fondos buitre de Wall Street... exigiendo que Puerto Rico despida a maestros, cierre escuelas, recorte pensiones y elimine el salario mínimo", declaró Sanders ante la aclamación del auditorio.
Sanders dijo que él aliviaría los problemas económicos puertorriqueños al, en parte, reconstruir la infraestructura local para crear empleos y establecer una economía limpia aprovechando los recursos solares y eólicos de la isla.
También llamó a una auditoría independiente de la deuda de Puerto Rico y dijo que si alguna parte de esa deuda violó la constitución de la isla, debería ser anulada de inmediato.
Sanders dijo además que crearía un referéndum claro y vinculante para dar a los puertorriqueños la oportunidad de decidir su futuro político.
Rechazó una propuesta del Congreso estadounidense para crear una junta de supervisión fiscal para ayudar a Puerto Rico a lidiar con su deuda, al argumentar que es antidemocrática.
"Cuando tú estableces una junta federal de control que dice que esos funcionarios no electos tienen autoridad para tomar decisiones importantes que impactan la vida de millones de personas y esas personas no responden a nadie... eso está mal", dijo Sanders, ante estruendosos aplausos.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, también ha rechazado la creación de esa junta. En otro acto ajeno a Sanders, García Padilla censuró el lunes que Estados Unidos no ayude a Puerto Rico cuando el gobierno federal también afronta lo que él describió como una deuda de billones de dólares.
Los puertorriqueños pueden votar en las primarias estadounidenses, pero no en las elecciones presidenciales.
Más de 200 mil puertorriqueños han emigrado de la isla en los últimos cinco años para escapar de la grave crisis económica. La mayoría de esas personas se han ido a territorio continental de Estados Unidos.
El Congreso no ha avanzado en la aprobación de un plan para ayudar a Puerto Rico a que maneje una deuda que fue creciendo al paso de las décadas debido a un descontrol en el gasto del gobierno.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, dijo que tiene previsto presentar en los próximos días la versión revisada de un proyecto de ley.
La visita de Sanders se produce un día antes de la del expresidente Bill Clinton, que llegará a la isla a hacer campaña a nombre de su esposa Hillary, la precandidata mejor colocada en el campo demócrata.
Hillary Clinton dijo el lunes en un comunicado que todos los ciudadanos estadounidenses deben tener el derecho a votar para elegir al presidente al margen del lugar donde vivan.
La aspirante presidencial también expresó su apoyo a la realización de un referendo en el que se decida el futuro político de Puerto Rico.
Los demócratas puertorriqueños elegirán a 67 delegados para la convención nacional del partido. Clinton acumula 2 mil 240 delegados y Sanders, mil 473.