Las Fuerzas Armadas de Brasil iniciaron este sábado 24 de agosto el operativo para combatir el creciente número de incendios en la Amazonía en medio del clamor mundial contra el presidente Jair Bolsonaro y en defensa de “pulmón del planeta”.
La preocupación por los fuegos en la selva tropical más grande del mundo acaparó parte de la atención de la primera jornada de la cumbre del G7 que se celebra en el balnerario de Biarritz (Francia) y fue uno de los “puntos de convergencia” encontrados por los presidentes de Francia y Estados Unidos, Emmanuel Macron y Donald Trump, en un almuerzo.
En Brasilia, el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, anunció que los operativos empiezan en Rondonia (norte), uno de los seis estados de los nueve que forman la Amazonía Legal que pidieron al gobierno federal el envío de tropas, autorizado la víspera durante un mes por el mandatario ultraderechista en un decreto.
A su capital, Porto Velho, una ciudad de medio millón de habitantes cubierta estos días por una capa de humo, fueron enviados seis aviones de combate de incendios, entre ellos dos Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). Una brigada de 30 bomberos que debía partir el sábado de Brasilia lo hará finalmente el domingo.
Azevedo afirmó que 43 mil militares que están permanentemente en la Amazonía están disponibles para actuar ahí donde se les requiera para apagar los fuegos.
Las datos oficiales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) mostraban este sábado que entre el jueves y el viernes se declararon en Brasil un total de 1.663 incendios, más de la mitad en la Amazonía, el mayor de los seis biomas del país y hogar de más de 20 millones de sus 210 millones de habitantes.
En lo que va de año se han registrado 78.383 incendios forestales en todo el país, el peor dato para ese período dese 2013.
En un sobrevuelo por una vasta área de densos bosques de Rondonia, periodistas de la AFP pudieron ver múltiples focos de incendio a lo largo de varios kilómetros.
En Porto Velho, en cuyos alrededores son visibles grandes áreas chamuscadas con troncos todavía humeantes, varias personas afirmaron que la mezcla de nubes y neblina que se cierne sobre la ciudad es en realidad el humo procedente de las llamas.
"Estoy muy preocupada por el medio ambiente y la salud", dijo Delmara Conceiçao Silva, una niñera de 43 años.
"Tengo una hija con problemas respiratorios y sufre más con los incendios", declaró a la AFP.
Los expertos atribuyen el aumento de los incendios al avance de la deforestación (el fuego se usa para limpiar las áreas ya deforestadas, para abrir caminos o para preparar la tierra de cultivo).
Pero Bolsonaro insinuó a principios de semana que los fuegos podrían ser provocados por las ONGs para llamar la atención en su contra, después de que el gobierno cortaran sus fondos, lo cual provocó una oleada de críticas en las redes sociales y en las calles, con miles de personas protestando en Brasil y Europa el viernes y nuevas marchas convocadas este fin de semana.
Según explicó a la AFP Thomaz Favaro, analista de Control Risks, la crisis desatada por la gestión de Bolsonaro de los incendios "está dañando la reputación de Brasil" y "puede traer costos económicos significativos" para la primera economía latinoamericana, que acumula dos años de débil crecimiento.
La preocupación del poderoso agronegocio brasileño, que teme pagar las consecuencias, y de la clase empresarial se ha hecho sentir estos días.
Este sábado, al inicio de la cumbre del G7, Macron llamó a una "movilización de todas las potencias" para sofocar las llamas que devoran la Amazonía, considerada vital para el futuro del planeta.
Macron, quien dijo que los franceses son "amazónicos" debido a la Guayana Francesa (que limita con el norte de Brasil), está abiertamente enfrentado desde hace días con Bolsonaro por su gestión de los incendios y amenazó junto a Irlanda con torpedear el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, algo a lo que se oponen países como Alemania y España.
Finlandia dijo que propondrá la prohibición de las importaciones de carne de res brasileña al bloque.
Bolsonaro advirtió el viernes que los incendios "no pueden servir de pretexto para posibles sanciones internacionales" y afirmó que "otros países" que le ofrecieron ayuda "se pusieron a disposición para llevar la posición brasileña ante el G7", sin especificar cuáles.
En un almuerzo improvisado en Biarritz, Macron abordó la cuestión de los incendios con Trump, aliado de Bolsonaro.
Sobre la Amazonía, "hemos tenido elementos de convergencia importantes", dijo la presidencia francesa tras el encuentro.
Como ya hicieron países sudamericanos y europeos como Colombia, Chile o Reino Unido, Trump le ofreció el viernes ayuda a Bolsonaro en una conversación en la que según el mandatario brasileño ambos mostraron "un deseo mutuo de lanzar una gran negociación comercial en breve".
"Cualquier ayuda es bienvenida, vamos a evaluar", dijo este sábado el ministro de Defensa.