Brasil elige presidente con el desafío de superar división

Brasil elige presidente con el desafío de superar división


En una de las elecciones más polarizadas de los últimos tiempos, que han estado marcadas por un clima de descontento por la crisis económica y un hastío con la mayor parte de la clase política luego de la revelación de un enorme esquema de corrupción, los brasileños decidían este domingo 28 de octubre quien presidirá el país por los próximos cuatro años.

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Brasil: Jair Bolsonaro usa tácticas parecidas a las de TrumpBrasil elige al sucesor de Michel Temer; favorito en elecciones es BolsonaroBrasil: en la favela o en internet, los candidatos juegan sus últimas cartas

La mayor parte de las casillas cerraron a las cinco de la tarde. Sólo un estado al norte continuaba recibiendo votos por la diferencia horaria. Poco antes del cierre, el presidente Michel Temer dijo que su gobierno estaba listo para entregar el poder a quien resultara elegido durante la jornada. El mandatario votó en Sao Paulo y aseguró que la transición empezaría uno o dos días después y que esperaba que ocurriera con calma y tranquilidad.

Jair Bolsonaro, un exmilitar de extrema derecha -que se describe como un “salvador de la patria” y que prometió sacar a Brasil de una debacle moral, política y económica- es el favorito para ganar la segunda vuelta de los comicios presidenciales. Las encuestas más recientes lo colocaron 12 puntos por encima de su contrincante Fernando Haddad, candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores.

Sin embargo, Haddad y los seguidores de la izquierda confían en una sorpresiva remontada, alentados por los pronunciamientos de apoyo de algunas personalidades en las últimas horas -incluido el exmagistrado de la Corte Suprema, Joaquim Barbosa- y por la tendencia de crecimiento que mostró su candidatura en los últimos días.

“Es difícil que se dé vuelta, pero en los últimos días empecé a tener un poco de esperanza. Nunca voté por el PT pero esta vez no tuve opción; Bolsonaro es un monstruo”, dijo Luiz André Alvin, de 46 años y quien trabaja como cocinero.

Ambos candidatos votaron temprano. Bolsonaro, rodeado de agentes de seguridad, no hizo declaraciones. En tanto, Haddad comentó: “Confío en que podemos ganar. Hay muchas voces democráticas que pudiendo callarnos, han hablado a favor nuestro”. Muchos brasileños llegaron a los centros de votación desde que abrieron, divididos entre la expectativa de un cambio político para el país después de cuatro elecciones ganadas por el PT y el miedo por lo que podría ser un gobierno autoritario en caso de que triunfe Bolsonaro.

 

Sin embargo, a los seguidores de Haddad y de Bolsonaro los une la misma preocupación: ¿Cómo van a superar el clima de confrontación y de polarización después de los comicios? “Hubo varias peleas en mi familia. Mis dos tíos ya no se hablan porque uno votará por Bolsonaro y otro a favor de Haddad. Yo tengo varios amigos que me dejaron de hablar porque apoyo a Bolsonaro, es una locura”, dijo Alex Santiago Da Silva, de 30 años.

Da Silva, quien es un administrador y que votó por Bolsonaro, está confiado en que festejará esta noche. Espera que “el país vuelva a unirse con un gobierno que traiga beneficios para todos”, pero cree que el proceso tomará varios años. El deseo de un cambio radical entre muchos brasileños luego de años de turbulencia política ha atizado el aumento de popularidad de Bolsonaro, que según sus simpatizantes combatirá la corrupción si resulta elegido, pero sus oponentes advierten que es una amenaza para una de las democracias más grandes del mundo.

El candidato del Partido Social Liberal -un nostálgico de la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985- prometió “una limpieza nunca vista en la historia de Brasil” y aseguró que va a “eliminar del mapa a los delincuentes rojos”, en referencia a la izquierda, si gana los comicios. La división política ha generado discusiones y conflictos en muchas familias y grupos de amigos donde la polarización también se instaló.

Laura Amaral, de 29 años y quien es biomédica, apoya a Haddad y señaló que en las comidas familiares acordó no hablar más de política con sus padres, quienes apoyan a Bolsonaro. “Respeto la posición de ellos, los voy a seguir amando, pero coincidimos en que era más saludable no tocar más la política”, comentó.

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