La oposición venezolana inició el sábado una operación para intentar ingresar ayuda humanitaria a Venezuela, poco después de que la Guardia Nacional chocara con manifestantes que buscaban llegar a uno de los puentes en la frontera con Colombia en demanda de que permitan la entrada de alimentos y medicinas.
El autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, dio la salida a los primeros camiones con ayuda desde una bodega en la ciudad colombiana de Cúcuta para que se dirigieran a la frontera venezolana, donde militares de la Guardia Nacional bloquean el paso y han lanzado gases lacrimógenos a la gente en enfrentamientos que han dejado algunos lesionados.
El presidente Nicolás Maduro, quien niega que Venezuela viva una crisis humanitaria, ha dicho que no permitirá la entrada de ninguna ayuda.
Los enfrentamientos ocurrieron en la localidad venezolana de Ureña, donde al menos dos decenas de personas resultaron lesionadas, la mayoría por disparos de balas de goma, dijo a The Associated Press Carolis Medina, una médico anestesiólogo de 33 años, mientras atendía a uno de los lesionados en una clínica privada.
Entre aplausos y al grito de “íSí se puede!”, cientos de manifestantes vestidos con camisetas blancas y portando banderas venezolanas y pequeñas pancartas, intentaron avanzar la mañana del sábado hacia el puente internacional Francisco de Paula Santander, que comunica Ureña con la colombiana de Cúcuta, pero fueron repelidos por cientos de guardias nacionales que sin mediar palabras comenzaron a lanzarles varias andanadas de gases lacrimógenos para dispersarlos.
Algunos de los manifestantes, con los rostros cubiertos con telas, se enfrentaron a los uniformados con piedras y otros objetos contundentes, pero también fueron dispersados con gases lacrimógenos.
La acción de las fuerzas de seguridad se dio luego que cuatro guardias nacionales, que formaban parte del contingente de militares que bloqueaban la frontera, desertaron y se entregaron a las autoridades colombianas.
Levantando sus brazos, y mientras sostenían sus armas de reglamento, tres delgados jóvenes militares, vestidos de uniforme verde oliva y chalecos antibala, pasaron varias barreras de metal, y se entregaron en el puente internacional Simón Bolívar en Cúcuta a las autoridades de migración colombiana que les pidieron lanzarse al suelo para requisarlos, según imágenes que grabaron varios periodistas en el lugar.
Los tres militares fueron protegidos por el diputado opositor venezolano José Manuel Olivares, quien tras identificarse ante las autoridades colombianas se acercó a los uniformados, que estaban acostados sobre el asfalto, y les tocó la espalda en señal de protección.
Con la voz entrecortada por el llanto, Mirian Pernalete, una viajera venezolana que intentaba pasar a pie desde Cúcuta hacia Venezuela, relató que vio el momento en el que una tanqueta de la Guardia Nacional avanzó hacia el puente fronterizo para embestir a alguno de los transeúntes, que intentaban pasar hacia Venezuela, y atropelló a uno de ellos.
Poco después del incidente, tres de los uniformados salieron detrás de la tanqueta y comenzaron a caminar hacia Colombia con los brazos en alto y se entregaron a las autoridades colombianas, dijo Pernalete al portal venezolano de noticias Crónica Uno.
Un cuarto militar desertó en el puente internacional Francisco de Paula Santander.
El uniformado, que lloraba de manera incesante mientras caminaba junto a las autoridades colombianas, fue recibido entre aplausos por decenas de transeúntes en una calle cercana al puente fronterizo.
“¡Bienvenidos! La llegada de la Libertad y la Democracia a Venezuela ya es indetenible”, afirmó el jefe de la Asamblea Nacional y líder opositor, Juan Guaidó, al celebrar la decisión de los tres militares.
Esta lucha es de todos y por todos los venezolanos. Quiero hacerle un especial llamado al pueblo chavista y a quienes estuvieron cerca a que se sumen al lado de la constitución, de la convivencia democrática y el bienestar para todos. pic.twitter.com/grB6UFfm4T