Tanto el ex director comercial de Finmeccanica, Paolo Pozzessere, como el reo Valter Lavítola coincidieron en que la venta de 6 helicópteros, 19 radares y cartografía digital al Estado panameño constituyó la “primera vez” que el consorcio italiano incursionaba en un sistema integrado supuestamente diseñado para combatir el narcotráfico.
En otras palabras, Finmeccanica no tenía experiencia previa en la captura de naves de narcotraficantes mediante sistemas integrados de sus equipos. La venta hecha al Gobierno panameño sería la primera, de acuerdo con la versión de su exejecutivo, y del gestor contratado para cerrar el acuerdo.
Los dos imputados por corrupción internacional constataron la importancia del negocio con Panamá en declaraciones separadas brindadas en las audiencias de Roma en los últimos días. Según ellos, la venta de las subsidiarias de Finmeccanica, valorada en $250 millones, por un sistema que integraba varios productos de defensa (radares, helicópteros y mapas digitales) era novedoso y serviría como modelo para ofrecerse a otros Estados.
Al inicio de su deposición ante el Colegio de Jueces de la II sección penal del Tribunal de Roma, el martes 19 de enero, Lavítola explicó que él había sido quien había identificado que Panamá tenía un problema grave de trasiego de drogas y vio la oportunidad de ofrecer equipos italianos al Gobierno panameño, luego de un encuentro con el expresidente Ricardo Martinelli.
“Era uno de los pocos contratos que tenía utilidad […] y como me confirmaron después varios técnicos [...] estaríamos ofreciendo un nuevo mecanismo integrado para satisfacer las necesidades de seguridad de Panamá. [...] fui yo quien realmente había inventado la idea”, exclamó ante el tribunal.
“Estábamos desarrollando un contrato de 180 millones de euros [$250 millones], le digo con extrema franqueza, que Finmeccanica en ese momento se encontraba en un problema [económico] mortal, me excuso por el término señor magistrado, pero sobre todo Selex andaba ‘piernas al aire’ (gambe all'aria), y ese fue el único contrato que consiguió Selex”, afirmó Lavítola en la sede judicial.
Exactamente una semana después del interrogatorio a Lavítola, este martes, durante su declaración frente a los mismos jueces, Pozzessere defendió de nuevo la virginidad del sistema integrado para combatir el narcotráfico y hasta llegó a afirmar que “[el expresidente] Martinelli podría convertirse en el ‘sponsor’ ya que fue el primer cliente de un sistema tan importante”.
Pozzessere, en declaraciones a este periódico al final de la audiencia, se ratificó en su testimonio afirmando que la importancia de los contratos entre las empresas de Finmeccanica y la sociedad Agafia Corp. (que se llevaba un 10% de comisión por dicha venta) se debía a que “era la primera vez” que se vendían helicópteros, radares y cartografía digital como sistema integrado para luchar contra el narcotráfico.
-Pozzessere: En Bulgaria hemos vendido aviones al 40% de su costo porque se trataba del primer contrato internacional.
-Periodista: Entonces dependiendo del lugar, ¿se pone el precio?
Pozzessere: Depende de la importancia. Este [el de Panamá] era el primer contrato en el mundo en el que se vendía un sistema integrado para combatir el narcotráfico.
Las afirmaciones del alto directivo de Finmeccanica, y de Lavítola, un mediador que gozaba de la confianza de la empresa así como de Silvio Berlusconi y de Ricardo Martinelli, echan por tierra el argumento presentado por el exministro de Seguridad Pública panameño José Raúl Mulino, al justificar las compras a Selex, Telespazio Argentina y AgustaWestland.
La supuesta “experiencia probada” de las filiales de Finmeccanica en producir un supuesto sistema integrado de seguridad en base a radares fijos, helicópteros y mapas digitales, supuestamente en línea con la estrategia de seguridad del país frente a las amenazas del narcotráfico, quedó invalidada tras las declaraciones de los imputados.
Mulino defendió ante el Consejo de Gabinete la conveniencia de adquirir de forma directa, sin licitación, un sistema que jamás se había probado hasta entonces.
Un nuevo dilema lo presenta ahora Lavítola al asegurar que partió de él, y no de Panamá, la idea de comprar un sistema integrado de seguridad para combatir el narcotráfico. De hecho, hasta la fecha, no se ha presentado ningún estudio técnico ni pliegos de condiciones que justifiquen la selección o capacidad de las filiales de Finmeccanica.
El contrato firmado con Selex, para la instalación de un sistema de vigilancia costera, fue unilateralmente prorrogado por el exministro Mulino a pocas semanas de concluir el pasado gobierno. La adenda con Selex se firmó a pesar de que existían pruebas de que los radares no captaban las pequeñas embarcaciones utilizadas por los narcotraficantes para alcanzar las costas panameñas, y otras irregularidades en cuanto al precio.