La titular del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó de "injerencista" lo dicho por el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, John Kirby, sobre la situación en la frontera con Colombia.
La canciller exigió al Gobierno estadounidense –a través de redes sociales– "no inmiscuirse" en los asuntos binacionales relacionados al cierre indefinido de la frontera entre ambas naciones sudamericanas.
"Exigimos al Gobierno de Estados Unidos no inmiscuirse en asuntos de índole estrictamente bilateral entre Venezuela y Colombia", expresó.
Kirby manifestó la víspera a través de un comunicado su "preocupación" por la situación en la frontera de los dos países relacionada con la deportación de colombianos indocumentados o vinculados a presuntas acciones delincuenciales.
El funcionario estadounidense señaló que su país contribuirá con las autoridades colombianas para "garantizar" los derechos humanos de las personas repatriadas, lo que fue objetado por la ministra venezolana Rodríguez, quien repudió lo que llamó "manipulación mediática" que a su juicio se erige desde el país vecino para crear la imagen de que el Gobierno venezolano viola garantías fundamentales de la comunidad colombiana.
"La Revolución Bolivariana ha garantizado los derechos humanos fundamentales al éxodo masivo de hermanos colombianos que no son atendidos por su país de origen", expresó la ministra en otro mensaje.
Recordó que "Venezuela es uno de los pocos países reconocidos internacionalmente por tener una política migratoria profundamente respetuosa de los derechos humanos".
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el pasado 21 de agosto la implantación del estado de excepción en 10 municipios del estado occidental de Táchira, fronterizo con San José de Cúcuta en el departamento colombiano de Norte de Santander.
La medida incluyó la suspensión del paso fronterizo por esta área territorial, donde se han desplegado más de 7 mil efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), cuya misión es restablecer la tranquilidad y la paz en la zona.
El cierre temporal de la frontera por parte del Estado venezolano tuvo lugar después de que paramilitares perpetraran un ataque contra tres efectivos de la Fanb.
El Gobierno venezolano asegura que se trata de una medida de seguridad que persigue hacer frente al "paramilitarismo" y erradicar las bandas criminales enquistadas en la zona fronteriza.