Cantos de trabajo del Llano colombo-venezolano, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Cantos de trabajo del Llano colombo-venezolano, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad


Los Cantos de trabajo del Llano colombo-venezolano fueron inscritos este miércoles en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia, anunció la Unesco en su cuenta de Twitter.

🔴 ¡Alegría!: Cantos de trabajo de LosLlanos de #Colombia y #Venezuela, inscritos en Lista de salvaguardiaurgente del #patrimonioinmaterial #12COMℹ️ https://t.co/FCCEs4u1Hf pic.twitter.com/CXs8UzuBwk

La decisión se tomó durante una reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Unesco en la isla surcoreana de Jeju.

Estos cantos suelen escucharse al amanecer en Los Llanos de Venezuela y Colombia, cantados a capela por hombres a caballo que arrean ganado y su origen se remonta al siglo XVI en la zona llanera colombo-venezolana, de unos 500 mil kilómetros cuadrados. 

Este es uno de los cantos de trabajo del llano de Venezuela y Colombia que, por impulso conjunto de ambos países, acaba de ser declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Cantor: Ángel Remigio Tovar, hijo ilustre de Ortiz, estado Guárico pic.twitter.com/rcaimk6Bd2

El trabajador se acompaña a sí mismo mientras realiza sus tareas, explicó a la AFP Bettsimar Díaz, hija del icónico músico del folclore venezolano Simón Díaz (1928-2014), autor de la canción Caballo Viejo.

Los cantos "tienen notas largas y versos espaciados" tanto en el arreo como en el ordeño, explicó Díaz, que destacó, no obstante, las diferencia. En el ordeño, los versos tienen un "tono apegado a lo emocional" que le sirven al ordeñador "para desahogar sus penas" y conseguir "el apoyo de la vaca", que se relaja.

En el arreo, en cambio, "el canto se llena de llamadas de atención a los animales para que no se pierdan y puedan seguir en grupo", indicó Díaz.

Por tratarse de una tradición que se transmite de generación en generación, los cantos van cambiando en función de la zona geográfica, el clima, los animales o la época vivida. Además, al hacerse a cielo abierto, "está impregnado de imágenes del paisaje y sus misterios".

Los cantos "constituyen testimonio del devenir histórico de las comunidades y territorios en los que se inserta, resistiendo la pérdida de conocimientos y memorias colectivas" que implicarían el desarrollismo o la mecanización, señaló por su parte María Ismenia Toledo, antropóloga experta en patrimonio cultural inmaterial.

Tanto la experta como los folcloristas advirtieron de la amenaza que corren los cantos por culpa de la industrialización de la ganadería, que implica el transporte de los animales en camiones y la mecanización del ordeño.

Con la inclusión de los cantos en la lista de patrimonio que requiere una salvaguardia urgente, se "posibilita la inserción en los nuevos tiempos de las comunidades que pueblan esta vasta área geográfica, sin desmerecer su profundo conocimiento del medio natural y el respeto de su entorno y de sus equilibrios", destacó Toledo. 

LAS MÁS LEÍDAS