Dos personas resultaron heridas de bala durante los disturbios ocurridos este domingo 2 de septiembre al finalizar una marcha de la oposición en Nicaragua, en un nuevo episodio de violencia por las protestas antigubernamentales, que dejan más de 320 muertos.
Luego de la agitación, la embajada de Estados Unidos alertó a los ciudadanos de sus país para que eviten ir a la zona donde ocurrieron las protestas.
Uno de los heridos fue alcanzado en el brazo por disparos de hombres armados que iban a bordo de tres camionetas, cerca del lugar donde estaba previsto que finalizara la marcha, en la rotonda Jean Paul Genie, al sureste de la capital, constato un fotógrafo de AFP.
La otra persona habría sido herida en otro sector de la marcha, lo que provocó el enojo de los manifestantes que destruyeron e incendiaron un vehículo de la policía y colocaron obstáculos sobre la vía, mientras el conductor se refugió en un negocio cercano.
“Desde una camioneta en la que iban personas armadas y con banderas roja y negra (del partido sandinista) hicieron disparos hacia arriba”, declaró a periodistas una señora con el rostro oculto.
Al momento de los disparos, los manifestantes se tiraron al suelo o buscaron protección tras los árboles, en un clima de alta tensión.
Decenas de policías antimotines y grupos afines al gobierno de Daniel Ortega se desplegaron en la zona, mientras los manifestantes se refugiaron en un centro comercial cercano.
La policía a través de un comunicado calificó los incidentes de “actos terroristas” que responden a la estrategia de “grupos golpistas”.
La versión policial asegura que entre los manifestantes habían “grupos de encapuchados con armas de fuego, lanza morteros y bombas molotov que se desplazaban en camionetas sin placas”.
Dos agentes fueron agredidos por manifestantes, indicó la entidad de orden y no mencionó heridos de la oposición.
La Alianza Cívica (grupos de la sociedad civil) rechazó de su lado lo dicho por la policía y afirmó que “miente” y “altera la realidad” de los hechos. “La marcha fue atacada por agitadores”, lo que quedó registrado en videos de diversos medios de comunicación.
El gobierno “otra vez reacciona violentamente y ataca la Marcha de las Banderas”, denunció de su lado la Articulación de Movimientos sociales, que no incluye a Alianza Cívica, y acusó a Ortega de imponer “un régimen de terror”.