El cardenal panameño, José Luis Lacunza, aseguró con firmeza que Panamá será capaz de organizar la Jornada Mundial de la Juventud y desalentó a los incrédulos poniendo de ejemplo la ampliación del Canal de Panamá.
A las dudas, Lacunza respondió con hechos. “Los panameños y panameñas no solo hemos sido capaces de administrar el Canal, sino de ampliar el Canal, asumiendo el reto de que Panamá siga siendo el puente del mundo y el corazón del universo. Y en este caso va a ser el puente del mundo y el corazón del universo para la juventud del mundo, pero de una manera muy especial de América Latina”, indicó.
Además, resaltó que tanto la posición geográfica “central” de Panamá, como las “buenas comunicaciones” que tiene tanto por vía aérea como terrestre facilitarán el acceso para los países de Centroamérica y los países como México, y de Norteamérica y Suramérica.
“Por tener esa facilidad lo que queremos es que sea una revitalización de la juventud a nivel de Panamá y de toda la América Latina. Tal y como nos decía el papa Francisco, que la juventud sea capaz de tener pasado, tener presente para poder tener futuro. Una juventud que sea presente de dónde viene, que tenga coraje de vivir en el día a día, para que pueda construir un futuro mejor para ellos y para todos los demás”, señaló.
Por su parte, José Domingo Ulloa, quién como arzobispo metropolitano de Panamá lideró la candidatura que fue apoyada por el episcopado de Centroamérica, subrayó que la celebración de la JMJ en Panamá va a ser un “bálsamo” para los jóvenes que viven excluidos por la pobreza y están abocados a la emigración, a la trata de personas, al tráfico de drogas.
Sobre las razones por las que el Papa eligió Panamá, Ulloa comentó que se trata de “ir a la periferia de esta juventud, sedienta de oportunidades”.
“Panamá es la primera diócesis en tierra firme, fundada el 9 de septiembre de 1513 de ese pequeño país que ha sido siempre puente del mundo de comunicación para todos, se fue esparciendo la fe a todo el continente americano a través de miles y miles de misioneros y misioneras”, recordó.
Por su parte, el laico panameño Víctor Chang, miembro del comité organizador, reveló que cuando se presentó la propuesta de Panamá, “ya se hizo una primera evaluación de las capacidades”.
“Tenemos muchos planes en mente y esperábamos la confirmación del Santo Padre para ya empezar a concretar cosas. Va a ser una fiesta para los panameños y para todo el mundo”, añadió.
La conferencia de prensa terminó con una efusiva invitación a todos los jóvenes para que participen en la JMJ que se celebrará en Panamá en 2019.