La renuncia del asediado asesor de seguridad nacional Michael Flynn ha sido un golpe significativo para el gobierno de Donald Trump, que lleva menos de un mes en el cargo. La Casa Blanca debe ahora encontrar un sustituto para el importante puesto.
Flynn dejó el cargo el lunes por la noche, poniendo fin a días de especulaciones sobre su futuro tras los reportes de que había desinformado al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y a otros funcionarios sobre sus contactos con Rusia.
El asesor admitió que podría haber hablado sobre sanciones en varias llamadas con el embajador de Rusia durante el proceso de transición antes de la investidura de Trump como presidente el 20 de enero.
Flynn reconoció que había dado "información incompleta" sobre esas conversaciones a Pence. El vicepresidente había dicho en un principio, al parecer basándose en información del propio Flynn, que el asesor de seguridad nacional había hablado sobre sanciones con el diplomático ruso.
Trump recurrió al teniente general retirado Keith Kellogg como asesor de seguridad nacional interino, y un miembro destacado del gobierno dijo que era uno de los tres candidatos que barajaba Trump para sustituir a Flynn de forma permanente.
El elegido por Trump tendrá que tomar el mando del Consejo de Seguridad Nacional en un momento en el que el joven gobierno afronta una serie de desafíos de seguridad nacional, como el supuesto lanzamiento de un misil balístico desde Corea del Norte la semana pasada. El presidente, que recibió durante el fin de semana en su finca de Mar-a-Lago al primer ministro japonés, Shizo Abe, expresó su solidaridad con Japón.
La Casa Blanca también lidia con las consecuencias de un decreto de restricciones migratorias firmado por Trump, que fue bloqueado en los tribunales.
La medida pretendía suspender el programa de refugiados del país y vetar la entrada a Estados Unidos de viajeros de siete países de mayoría musulmana.
A continuación, un vistazo a los favoritos al puesto, que no requiere confirmación en el Senado.
TENIENTE GENERAL RETIRADO KEITH KELLOGG
Kellogg había sido nombrado secretario general del Consejo de Seguridad Nacional y, junto con Flynn, asesoró a Trump en materia de seguridad nacional y política exterior durante la campaña. Se le consideró para el puesto de asesor de seguridad nacional antes del nombramiento de Flynn.
Kellogg fue jefe de operaciones de la Autoridad Provisional de Coalición en Irak, el gobierno interino tras la caída de Saddam Hussein en 2003. Antes trabajó como vicepresidente de investigación y tecnología para la firma de tecnologías de la información CACI International, con sede en Virginia y que trabaja como contratista para agencias de defensa, inteligencia y seguridad nacional.
DAVID PETRAEUS
La decisión más audaz sería nombrar al exdirector de la CIA David Petraeus. Petraeus, un general retirado de cuatro estrellas, fue destituido de su cargo al frente de la agencia de inteligencia en 2012 cuando se supo que había proporcionado información clasificada a su biógrafa, que también se había convertido en su amante.
Sin embargo, Trump habló con simpatía sobre la situación de Petraeus durante su campaña, pese a sus frecuentes críticas hacia su rival, la demócrata Hillary Clinton, por su mala gestión de información clasificada. Petraeus fue considerado brevemente como secretario de Estado, antes de que Trump se decidiera por el director ejecutivo de Exxon, Rex Tillerson.
VICEALMIRANTE RETIRADO ROBERT HARWARD
Robert Harward, un SEAL de la marina, sirvió como subcomandante del Comando Central de Estados Unidos cuando estaba bajo el mando del general James Mattis, actual secretario de Defensa. Fue asesor de seguridad nacional para el expresidente George W. Bush y comisionado del Centro Nacional de Antiterrorismo.
A su retiro en 2013 tras casi 40 años en la Marina, Harward asumió un cargo como director ejecutivo en Emiratos Árabes Unidos para el gigante aeroespacial y de defensa Lockheed Martin. Trump ha sostenido hace poco negociaciones muy públicas con la compañía por el coste de su programa de cazas F-35.