La Casa Blanca mantuvo este martes, una llamada telefónica con más de una treintena de gobernadores de EU, ante los que defendió sus procedimientos en el proceso de acogida de refugiados sirios y les garantizó que se practican los escrutinios "más rigurosos".
El Gobierno estadounidense respondió así a la negativa de varias decenas de estados, en su mayoría con gobernadores republicanos, que han anunciado su oposición a acoger refugiados alegando motivos de seguridad tras los atentados del pasado viernes en París, en los que murieron 129 personas y más de 350 resultaron heridas.
La llamada duró 90 minutos y en ella participaron 34 gobernadores tanto demócratas como republicanos, que pudieron trasladar sus preguntas a los altos funcionarios de la Casa Blanca sobre el proceso de selección y control de los refugiados.
El Gobierno estadounidense no precisó cuáles fueron los estados que participaron en la llamada, pero sí indicó que por parte de la Administración estuvieron el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, y el secretario asistente del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, así como otros altos funcionarios.
La Administración que dirige el presidente Barack Obama defendió ante los gobernadores el "riguroso escrutinio e investigación sobre seguridad requerido antes de que un refugiado pueda trasladarse a EU".
Según el Gobierno, varios gobernadores agradecieron la oportunidad de "poder comprender mejor" el proceso de acogida de refugiados y otros pidieron más comunicación en el futuro para poder responde mejor a las preguntas de los ciudadanos.
Los republicanos continuaron este martes su ofensiva contra la acogida de refugiados sirios en Estados Unidos, a raíz de las informaciones que aseguran que uno de los terroristas implicados en los atentados de París entró en Europa como parte de la ola de sirios que huyen del conflicto interno que vive su país.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, instó al Gobierno a suspender la acogida de refugiados provenientes del país árabe "hasta que no haya una certeza al cien por cien" de que no supondrán un peligro.
Alrededor de una treintena de estados, gobernados la mayoría por conservadores, ha manifestado desde este domingo su oposición a aceptar refugiados en sus territorios ante el riesgo de que puedan tener vínculos terroristas, una cantidad que puede seguir aumentando en los próximos días ante la presión conservadora.