Socorristas y policías inclinaron la cabeza el sábado en Sutherland Springs durante una ceremonia por el Día de los Veteranos que también se realizó en honor a las más de veinte personas masacradas en una iglesia cercana.
Unas 100 personas asistieron a la ceremonia frente al centro comunitario de la ciudad, donde se colocó una corona de flores cerca de las banderas para recordar a las víctimas mortales del tiroteo masivo, de las cuales casi la mitad tenía vínculos con la Fuerza Aérea.
"Quizás esto dará inicio al proceso de sanación que hará que Sutherland Springs y el condado Wilson dejen esta horripilante tragedia en el pasado y miren hacia el futuro", dijo el juez Richard Jackson a los asistentes con la voz quebrada por la emoción.
Jackson, el administrador de mayor rango en el condado, agradeció a los socorristas y a otras personas que acudieron rápidamente a la Primera Iglesia Bautista tras el tiroteo del domingo. Lo que ellos vieron allí los afectará el resto de sus vidas, señaló.
El atacante, Devin Patrick Kelley, mató a 25 personas -las autoridades dicen que murieron 26 porque una mujer estaba embarazada- e hirió a 20 más.
Kelley, de 26 años, murió de lo que parece ser un tiro que se pegó a sí mismo tras ser impactado de bala y perseguido por dos hombres que escucharon balazos que provenían de la iglesia.
Sutherland Springs está ubicado a unos 48 kilómetros (30 millas) al sureste de San Antonio y no muy lejos de varias instalaciones militares, como la Base Lackland de la Fuerza Aérea.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de dicha fuerza, el general David Goldfein, dijo que 12 de los asesinados eran integrantes de la Fuerza Aérea o tenían vínculos familiares con la institución. Entre ellos estaban Scott y Karen Marshall, ambos de 56 años, quienes habían decidido retirarse en la cercana La Vernia tras conocerse en la Fuerza Aérea hace más de 30 años.
El jueves se realizó un funeral militar en honor de ambos en la Base Conjunta San Antonio-Randolph. Mike Gonzales, suboficial mayor retirado que encabezó la ceremonia del sábado, se mudó a Sutherland Springs con su esposa en el 2009 para criar a sus hijos. Dijo que muchos veteranos escogen vivir en el área de San Antonio debido a sus profundos vínculos con lo militar, y las familias tienden a migrar a áreas rurales en los alrededores de la ciudad.
