Balotaje de final abierto entre derechista Sebastián Piñera y oficialista Alejandro Guillier

Balotaje de final abierto entre derechista Sebastián Piñera y oficialista Alejandro Guillier


El expresidente derechista Sebastián Piñera y el senador oficialista Alejandro Guillier disputarán en diciembre el balotaje de las presidenciales chilenas, que se presenta con un final abierto y en las que la izquierda radical jugará un papel determinante tras los resultados del domingo 19 de noviembre de 2017, en primera ronda.

Si bien Piñera ganó la elección, como todos los pronósticos lo indicaban, incluso algunos auguraban su victoria con mayoría absoluta en primera vuelta, la votación obtenida por el exmandatario (2010-2014) fue menor a la esperada, con un 36.6% de los sufragios.

A la inversa, el voto obtenido por la izquierda radical, agrupada en la candidatura de la periodista Beatriz Sánchez, superó cualquier pronóstico, dejándola ahora a ella con la llave de la segunda vuelta, la que tiene para analistas un pronóstico totalmente abierto.

"Piñera aparece ocho o nueve puntos por debajo de lo esperado y esto es un ingrediente que le imprime dramatismo e incertidumbre a la segunda vuelta.

Gracias a cada uno de los chilenos que ayer votó por los #TiemposMejores, por un Chile más libre, justo, próspero y solidario. El desafío q tenemos por delante es grande, pero hoy tengo más fe q nunca en los chilenos. Vamos adelante, con la frente en alto y el corazón contento. pic.twitter.com/ozWaJunAiK

 

La clave será lo que haga el contingente de electores que apoyó a Beatriz Sánchez", dijo a la AFP el analista Marcelo Mella, de la Universidad de Santiago.

Ningún sondeo anticipaba que Sánchez, una periodista de 46 años que irrumpió en la política recién en marzo pasado, sobrepasaría el 20% de la votación, lo que llevó a la candidata a hacer una fuerte crítica a las encuestadoras, otra de las grandes derrotadas de esta jornada electoral.

"Es un hecho político de gran envergadura", reconoció el senador derechista Andrés Allamand, explicando que después de años en los que la política chilena se repartió posiciones entre dos coaliciones políticas: la derecha de Piñera y la coalición oficialista de centroizquierda, ahora se agrega un tercer actor, la izquierda radical.

"Representa una voluntad de renovación que no había sido identificada", sostuvo por su parte el dirigente del oficialismo, Pepe Auth. Ese caudal de votos obtenido por Sánchez es el que deberá principalmente conquistar el senador Guillier, de 64 años, quien obtuvo su pase al balotaje con el 22.66%, unos 147 mil votos de diferencia con Sánchez.

Guillier, que tal como Sánchez saltó a la política después de una dilatada trayectoria en los medios de comunicación, tampoco deberá descuidar los votos obtenidos por la candidata de la Democracia Cristiana, Carolina Goic (5.88%), y del progresista Marcos Enríquez-Ominami (5.68%).

"Claramente el Frente Amplio es la gran noticia hoy en Chile", dijo a la AFP el analista Mauricio Morales, de la Universidad de Talca. Del otro lado, otra gran sorpresa de la jornada electoral chilena la dio José Antonio Kast, el ultraderechista que reivindicaba el legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), que obtuvo el 7.9% de los votos, lo que lo convierte en un actor clave para Piñera de cara al balotaje.

"La pregunta es si Guillier va a lograr movilizar a la mayor parte del electorado que votó a Sánchez", plantea el analista Mella.Antes de la elección, la candidata del Frente Amplio aseguró que se tomarían algunos días antes de decidir su actuar en la segunda vuelta.

Por su parte Piñera, ya le hizo un guiño a Kast para integrarlo a su campaña para el balotaje.

Considerado el "Podemos" chileno, el Frente Amplio reúne a una serie de pequeños movimientos de izquierda, agrupados en torno a exdirigentes estudiantiles que encabezaron las masivas protestas callejeras en 2011 en el gobierno de Piñera, para exigir educación pública gratuita y de calidad.

Ese reclamo fue acogido por la presidenta socialista Michelle Bachelet, para quien de algún modo estas elecciones fueron una medición al profundo programa de reformas sociales que puso en marcha. "Hoy sabemos que Chile quiere seguir avanzando. Eso es lo que demandan los ciudadanos, eso es lo que han dicho las urnas", resaltó Bachelet tras unos comicios en los que también votó más gente de lo previsto, casi 6.4 millones de electores, pese a que casi la mitad de los electores se quedó en casa.

En la elección parlamentaria que se desarrolló en paralelo, la derecha conquistaba la mayor cantidad de senadores y diputados, pero no le alcanzaría para tener la mayoría absoluta en el Congreso, donde también la irrupción del Frente Amplio, con una veintena de diputados y un senador, marca un hito.

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