El séptimo debate presidencial demócrata se realizará este domingo, 6 de marzo, en la noche en una ciudad que ha llegado a representar todo lo que está mal con el gobierno.
Durante 18 meses, agua corrosiva del río Flint se filtró al suministro potable de Flint, Michigan, una ciudad pobre de mayoría negra cuyo gobierno local está bajo control estatal.
Y será aquí donde Hillary Clinton y Bernie Sanders se verán las caras en un debate pensado para mostrar sus ideas sobre cómo lograr que el gobierno funcione mejor para los estadounidenses ordinarios.
Se espera que en este debate Sanders tome una postura ruda hacia Clinton en temas como política comercial, lazos con Wall Street y más.
Por su parte, se prevé que la ex secretaria de Estado vuelva a exponer que su rival propone soluciones irreales e inadecuadas para problemas económicos difíciles.
Clinton calentó el terreno dando un discurso sobre economía en Detroit el viernes y dijo que otros candidatos deberían ofrecer una "estrategia creíble" para subir los salarios.
Aunque la tasa de desempleo en Michigan ha bajado, ahora se encuentra en 5.1% y supera el promedio nacional de 4.9%.
Sanders espera anotarse un punto señalando que Clinton ha apoyado acuerdos comerciales con "desastrosas" consecuencias para los trabajadores estadounidenses.
Muchas comunidades en el estado han padecido con el traslado de fábricas a México y Asia.
Al senador de Vermont le gusta recordar a la gente que Clinton, como secretaria de Estado, apoyó un acuerdo transpacífico y lo llamó el "estándar de oro" de los pactos comerciales.
Aunque después de que se negociaron detalles del acuerdo, Clinton se opuso a él argumentando que no estaba de acuerdo la forma como abordaba el tema de empleos, salarios y seguridad nacional.
Por otra parte, Clinton y Sanders han sido críticos con el tema del agua contaminada en Flint.
Ambos han visitado la ciudad y pedido una respuesta fuerte del gobierno.
Sanders ha pedido la renuncia del gobernador republicano Rick Snyder por su manejo de la crisis y lo acusa de "negligencia del deber".
