Hillary Clinton exhibía este domingo una leve ventaja en los sondeos para las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos, al tiempo que Donald Trump iniciaba una maratón por cinco estados en un esfuerzo in extremis para cerrar las diferencias a dos días de los comicios.
Los dos principales candidatos organizaron para los dos últimos días de la campaña una agenda frenética, concentrada en aquellos estados donde los sondeos no indican un claro favorito o donde la disputa está más ajustada.
Entre el domingo y el lunes, Trump pretende realizar paradas en Iowa, Minesota, Michigan, Pensilvania, Florida, Carolina del Norte y New Hampshire, estados considerados fundamentales para conseguir la victoria el martes.
"El impulso está de nuestro lado", dijo este domingo el presidente del Comité Nacional del partido Republicano, Reince Priebus, a la red de televisión ABC. "Si ganamos un estado como Michigan ya lo verán, esto está liquidado".
Para el equipo de campaña de Clinton, sin embargo, la insistencia de Trump en el estado de Michigan es apenas un acto desesperado. "Nos sentimos bien, estamos cerrando la campaña de forma muy fuerte, pero es obvio que tenemos una increíble cantidad de trabajo que hacer", expresó este domingo el coordinador de la campaña de Clinton, John Podesta.
Un sondeo realizado por la red NBC y el diario Wall Street Journal, divulgado este domingo, atribuye a Clinton una ventaja de cuatro puntos porcentuales a nivel nacional, por 44% a 40%, en una encuesta que incluye a los dos otros dos candidatos minoritarios en la disputa.
El experto en sondeos Nate Silver, del sitio web especializado FiveThirtyEight, señaló que "si tú tienes solamente el 44% del voto, eso significa que de alguna forma estás vulnerable en la mayoría de las regiones que aún están indefinidas".
En resumen, añadió, a apenas dos días de la campaña "uno preferiría estar en los zapatos de Clinton que en los de Trump, pero no es una posición extraordinariamente segura".
No obstante, un estudio de la firma Catalist, que trabaja con bases de datos electorales, señaló un marcado crecimiento en la expectativa de voto en las comunidades latinas de Estados Unidos, una tendencia que puede beneficiar substancialmente a Clinton.
Este domingo, la exsecretaria de Estado tenía en agenda retornar a Cleveland, Ohio, por cuarta vez en apenas 17 días, para hacer campaña de la mano del astro del baloncesto LeBron James.
El ritmo frenético de ambas campañas es reflejo de este escenario, mucho más reñido de lo que Clinton o Trump están dispuestos a admitir.
Lo ajustado de la disputa convenció al equipo de la exsecretaria de Estado a cerrar la campaña el lunes con las cartas más pesadas que tiene bajo la manga, pondrá en el escenario a su esposo, el expresidente Bill Clinton, acompañado por el actual mandatario, Barack Obama, y su extraordinariamente popular esposa Michelle.