Hillary Clinton consiguió el sábado una victoria abrumadora sobre Bernie Sanders en las elecciones primarias demócratas de Carolina del Sur, obteniendo un apoyo arrollador de los demócratas negros del estado, lo cual la coloca en una posición fuerte al acercarse la contienda a las cruciales elecciones del Súper Martes.
El triunfo de Clinton le proporciona un impulso importante a su campaña y un momento para sacudirse recuerdos amargos de su derrota ante Barack Obama en Carolina del Sur hace ocho años.
"A Carolina del Sur, a los voluntarios en el corazón de nuestra campaña, a los partidarios que lo hicieron posible: gracias", escribió Clinton en Twitter.
To South Carolina, to the volunteers at the heart of our campaign, to the supporters who power it: thank you. -H pic.twitter.com/JFTUZ2yBxf
En una fiesta de victoria en Columbia, partidarios ovacionaron estridentemente cuando la contienda fue calificada a favor de Clinton.
Votantes negros impulsaron el triunfo de Clinton, con ocho de cada 10 votando por ella. La ex secretaria de Estado obtuvo además el voto de las mujeres y el de los votantes de 30 años o más, según encuestas realizadas en los lugares de votación.
La victoria de Clinton ocurrió al final de un día que vio a los precandidatos presidenciales republicanos disparándose insultos desde estados donde se realizarán votaciones el Súper Martes, el 1 de marzo.
Donald Trump, trabajando para construir una ventaja insuperable, hizo campaña en Arkansas con su ex adversario en la contienda Chris Christie y calificó a Marco Rubio como "muy poquita cosa"; Ted Cruz preguntó a los padres en Atlanta si estarían conformes con que sus hijos usen lenguaje soez como lo hace el impetuoso multimillonario, y Rubio se burló de Trump calificándolo de "timador" con "el peor bronceado de aerosol en Estados Unidos".
Sanders, anticipando una derrota el sábado, abandonó Carolina del Sur incluso antes de que terminara la votación y giró su atención a algunos de los estados ricos en delegados donde se votará el martes próximo.
Atrajo 10 mil personas a un mitin en Austin, un bastión liberal en el conservador Texas, el premio gordo del 1 de marzo. "Si todos ustedes salen a votar y traen a sus amigos y sus vecinos y sus compañeros de trabajo, nosotros vamos a ganar aquí en Texas", dijo a la multitud reunida en una pista de Fórmula Uno.
Aunque Sanders pasó el fin de la semana fuera de Carolina del Sur, su oficina de campaña no invirtió mucho en el estado. Contó con 200 empleados en el lugar y una agresiva campaña de anuncios por televisión.
Sanders, quien se describe como demócrata socialista, ha revitalizado a jóvenes y liberales con su apasionado llamado a disolver los bancos de Wall Street y hacer que las colegiaturas de universidades y de colegios públicos sean gratuitas.
Pero el senador federal de Vermont, un estado donde aproximadamente 1% de la población es negra, carece de los vínculos profundos de Clinton con la comunidad afro-estadounidense.
Encuestas de salida de urna mostraron que seis de cada 10 votantes en Carolina del Sur fueron de raza negra. Aproximadamente siete de cada 10 dijeron que querían que el próximo presidente continúe las políticas de Obama, y sólo alrededor de 20% quería un curso de acción más liberal, según los sondeos realizados por Edison Research para The Associated Press y cadenas de televisión.