Las FARC piden al Gobierno colombiano más medidas para reducir las hostilidades

Las FARC piden al Gobierno colombiano más medidas para reducir las hostilidades


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) elogiaron hoy, martes 28 de julio, la decisión del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de suspender los bombardeos contra campamentos rebeldes, pero pidió acordar nuevas medidas para desescalar el conflicto armado.

"Las FARC registramos como positiva la decisión presidencial de suspender los bombardeos contra nuestros campamentos", dijo la guerrilla en un comunicado leído a la prensa por el comandante Carlos Antonio Lozada, uno de sus plenipotenciarios en las negociaciones de paz con el gobierno colombiano en La Habana, reportó la agencia de noticias AFP.

Santos, quien negocia la paz con las FARC desde 2012, ordenó el pasado 25 de julio suspender los ataques a los reductos rebeldes, cinco días después de que entrara en vigor una tregua unilateral por parte de esta guerrilla y de que entrara en efecto el período establecido para iniciar las llamadas medidas de 'desescalamiento' del conflicto acordadas por los negociadores del gobierno y la guerrilla como parte de un acuerdo para agilizar las negociaciones que buscan la firma de un acuerdo de paz, adoptado el pasado 12 de julio en La Habana.

“Vamos a ir apagando poco a poco el fuego. ¿Eso qué significa en términos reales? Menos muerte, menos sufrimiento y menos víctimas”, enfatizó el mandatario, quien dejó en claro que, de ser necesario, “este tipo de bombardeos solo se podrán realizar por orden explícita del Presidente”, reportó el diario El Tiempo. “Hemos pedido que se acelere la conversación sobre ese tema (cese del fuego) y también sobre el desarme y la justicia”, agregó el día del anuncio desde Cartagena, en un acto en el que se conmemoraba el día nacional de la Armada.

Estos gestos de ambas partes oxigenaron nuevamente el proceso de paz, que parecía estar agónico tras el recrudecimiento de las hostilidades en Colombia desde mediados de abril, con decenas de bajas en los dos bandos.

"Sin duda, la determinación del señor presidente es una medida que contribuye a generar un clima de confianza propicio para avanzar en la discusión de los temas pendientes" de la agenda de paz, expresó Lozada.

Sin embargo, el jefe guerrillero afirmó que son necesarias nuevas medidas para reducir las hostitilidades de este conflicto armado que lleva medio siglo y que es el último en América. "Se hace necesario acordar nuevas medidas que profundicen y consoliden este proceso de desescalamiento, para que cada vez sea más remota la posibilidad de que este esfuerzo pueda echarse a perder", indicó Lozada según la AFP.

El 10 de marzo Santos ordenó un cese de bombardeos contra las FARC, pero lo levantó a mediados de abril luego de que la guerrilla mató a 11 militares en una emboscada. Las FARC argumentaron que se trató de una acción defensiva contra una patrulla militar que asediaba a un destacamento guerrillero. El gobierno respondió con una ola de bombardeos que costó la vida a una treintena de rebeldes, lo que llevó a las FARC a suspender una tregua unilateral iniciada en diciembre de 2014.

El recrudecimiento de las hostilidades acabó tras un llamado de los cuatro países que acompañan el proceso de paz -Noruega, Cuba, Chile y Venezuela-, cuyos representantes participaron de la adopción del conjunto de medidas para desescalar el conflicto y darle oxígeno a las negociaciones de paz hace dos semanas.

La petición de las FARC de hoy podría no generar ninguna reacción inmediata, ya que un día después del anuncio del Presidente el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, hizo algunas precisiones que fueron reportadas por medio locales colombianos: "Vamos a hacer evaluaciones periódicas, como lo instruyó el Presidente, del cumplimiento de ese cese el fuego unilateral por parte de las FARC, así como de las condiciones que se han puesto para las medidas de desescalamiento del Gobierno. Si ese cumplimiento se diera a cabalidad, estamos dispuestos a seguir pensando sobre nuevas medidas de desescalamiento en el futuro. Por el momento, esta es la única que se ha decidido, y con condiciones”.

REACCIONES

El sábado pasado, cuando el mandatario anunció el cese de los bombardeos, explicó que para la vigencia de la medida los campamentos de las FARC no pueden estar cerca de los cascos urbanos, no deben generar ningún tipo de riesgo para la población civil ni para la Fuerza Pública, y tampoco tienen que ser una amenaza para la infraestructura, informó El Tiempo. Asimismo, dijo que tampoco se podía hacer proselitismo de estos sitios. 

La transición de la guerra hacia la paz requiere un cambio de cultura y mentalidad, y ahí hay que hacer una gran pedagogía”, apuntó el Presidente. También aclaró que la orden de suspender los bombardeos no implica que la Fuerza Pública vaya a dejar de cumplir su deber“El Gobierno Nacional continuará garantizando la seguridad de los colombianos y el imperio de la ley; se seguirá persiguiendo el delito”, prometió el mandatario, tal cual se señala en el acuerdo firmado para "desescalar el conflicto en Colombia y agilizar las negociaciones en La Habana".

La decisión del mandatario generó reacciones inmediatas de los críticos del proceso de paz, como el expresidente Álvaro Uribe y el procurador Alejandro Ordóñez.

A través de un tuit el líder del Centro Democrático señaló: "El premio a la dosis de sangre y destrucción de la semana anterior es la suspensión de bombardeos".

En tanto, Ordóñez dijo a Blu Radio que: “El Gobierno Santos vuelve al cese bilateral disfrazado”. Y agregó: “Se repite la dolorosa historia que terminó con la masacre de 11 soldados”.

"Muchos de los campamentos de las FARC están ubicados en espacios geográficos donde solo es posible atacarlas con eficacia por medios aéreos. Al prohibir las operaciones de bombardeos a las fuerzas militares el gobierno convierte estos lugares en santuarios de protección de sus miembros y en lugares desde donde se podrá continuar ordenando la realización de actos criminales...", aseguró el funcionario. 

Por su parte, el general retirado Héctor Fabio Velasco, comandante de la Fuerza Aérea de Colombia entre los años 1998 y 2003, manifestó a Blu Radio que la suspensión de bombardeos no es beneficioso para ningún sector legal del país. “Es un error estratégico desde el punto de vista militar y político. Un error que va contra el proceso y contra lo que persigue el Gobierno colombiano”, comentó.

 

Velasco también acusó al presidente Santos de mentiroso en la emisora colombiana. “El cese unilateral pasado de las FARC no existió porque la Fuerza Aérea tenía la orden de no hacer ningún ataque con bombas sin la autorización del ministro [Juan Carlos] Pinzón, que no nos digan mentiras (…) el cese bilateral se debe dar cuando haya un acuerdo definitivo, nos han tratado de llevar a la fuerza incluso al posconflicto y yo creo que está muy lejos”, remarcó. 

 

Tras las críticas, la reacción de Santos no se hizo esperar ayer. Durante una gira en el municipio de Ovejas, departamento de Sucre, a 41 kilómetros de la capital, aseguró que dijo que el cese de los bombardeos no tiene nada que ver con un cese al fuego bilateral “escondido”. Y reiteró que la Fuerza Pública mantendrá su presencia y seguirá "protegiendo" a los colombianos, y "persiguiendo" a todas las personas que cometan actos delictivos, informó el diario El Tiempo.

La noche del anuncio el diario divulgó la reacción del director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia, quien anotó que la orden es una prueba de lo “que sería un cese definitivo”.  “Me arriesgo a decir que van hacia un cese bilateral definitivo y van a anunciar eso antes de las elecciones de octubre”, indicó.

Gobierno y FARC inician discusiones sobre justicia

El gobierno colombiano y las FARC iniciaron las discusiones sobre justicia para los crímenes cometidos en el conflicto armado, uno de los puntos más complejos de la agenda de paz, informaron las partes hoy, martes 28 de julio de 2015.

Los debates sobre justicia, a cargo de un equipo "técnico" conformado por delegados y asesores jurídicos del gobierno y la guerrilla, comenzaron ayer en La Habana en forma paralela a las negociaciones entre los "plenipotenciarios" de cada parte, explicó una fuente del gobierno.

"Este grupo sesionará en paralelo a la discusión del punto de víctimas en la mesa de conversaciones y a la subcomisión técnica del fin del conflicto", con el objetivo de dinamizar las negociaciones, explicó la fuente. "Lo que hace este equipo es buscar una fórmula que se lleva a la mesa (de plenipotenciarios), pero no es una negociación" , aclaró.

El tema de justicia es uno de los más sensibles y complejos del proceso de paz iniciado en 2012, pues ambas partes se culpan mutuamente de ser los principales responsables de la violencia armada, que en medio siglo ha dejado 220 mil muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales. Además, las FARC acusan al gobierno de intentar llevar a la cárcel a los guerrilleros, pero hacer la vista gorda ante los crímenes cometidos por militares y por paramilitares de derecha, que en ocasiones actuaban al amparo de oficiales de las fuerzas armadas.

Para participar en la búsqueda de fórmulas de justicia, se incorporaron este lunes a la delegación del gobierno en La Habana tres prestigiosos juristas, dos colombianos y un estadounidense. Los juristas colombianos, José Manuel Cepeda y Juan Carlos Henao, son antiguos presidentes de la Corte Constitucional de ese país; mientras que el estadounidense Doug Cassel, de la Universidad de Notre Dame, es experto en derechos humanos.

Las FARC también tienen asesores jurídicos internacionales.

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