La delegación de Colombia en el 60 Período Ordinario de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas buscará el apoyo internacional al postconflicto y un cambio en la estrategia global contra las drogas, informó el domingo el Ministerio de Justicia.
La delegación colombiana que participará en el evento, que comenzará el lunes en Viena, estará encabezada por la canciller María Ángela Holguín, quien abogará "por un cambio de la estrategia global en el proceso de deliberaciones que adelantará la Comisión de Estupefacientes".
La comisión también buscará "sensibilizar a la comunidad internacional sobre la importancia de apoyar la implementación del proceso de paz, en especial en lo relacionado con la solución del problema de las drogas ilícitas", dijo el ministerio en un comunicado.
El alto consejero para el postconflicto, Rafael Pardo, y el viceministro de Política Criminal y Justicia Restaurativa del Ministerio de Justicia y del Derecho, Carlos Medina, también viajarán a Austria.
Holguín presentará "la posición del país en relación con la necesidad de continuar la revisión a fondo del enfoque de las políticas globales de drogas" durante la intervención de los jefes de las delegaciones, el mismo lunes.
Pardo hablará en un evento especial convocado por el Gobierno de Colombia y la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y Delito (UNODC), donde explicará las implicaciones del postconflicto y la nueva estrategia del país para erradicar cultivos ilícitos.
En este acto intervendrán el director de la UNODC, Yuri Fedotov, y la embajadora de Noruega en Viena, Bente Angell-Hensen, quienes realizarán el rol de la cooperación internacional en la implementación del acuerdo de paz entre el gobierno y las guerrillas de las FARC.
El gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC firmaron en noviembre un acuerdo para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado. Las FARC, principal guerrilla del país y con casi siete mil combatientes, se encuentran actualmente concentradas en 26 puntos del país para dejar progresivamente sus armas bajo vigilancia de Naciones Unidas.
En 2019 culminará el plazo para cumplir con las metas de la declaración política de 2009 y que implican que los estados logren la reducción o eliminación del consumo, los cultivos, la producción, el tráfico y el lavado de activos.