El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó el domingo que el huracán María se debilitó ligeramente a medida que avanza hacia el norte, pero advirtió que es probable que aún traiga oleaje alto a la costa del sudeste norteamericano.
María, que golpeó a Puerto Rico como huracán de Categoría 4 la semana pasada, es ahora un meteoro de Categoría 2 con vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora (105 millas por hora ).
El Centro de Huracanes agregó que antes del mediodía del domingo su vórtice se localizaba a unos 765 kilómetros (475 millas) al sur-sureste de Cape Hatteras, en Carolina del Norte.
Dijo que la gente a lo largo de las costas de Carolina del Norte y la costra central de Estados Unidos en el Atlántico debería estar atenta a la tormenta.
Grandes cantidades de ayuda federal estadounidense comenzaron a llegar a Puerto Rico el sábado tras el paso de María y fueron recibidas con beneplácito por las autoridades locales, que elogiaron la respuesta del gobierno de Donald Trump pero pidieron la flexibilización de las normas a las que se culpa de condenar a este territorio estadounidense a un estatus de segunda clase.
En el noroeste de Puerto Rico, la gente comenzó a regresar a sus hogares después de que un aliviadero redujo la presión sobre una represa que se fisuró después de que cayeron más de 300 milímetros (un pie) de lluvia luego del meteoro.
La apertura del principal puerto de la isla en la capital le permitió a 11 buques llevar poco más de seis millones de litros (1.6 millones de galones) de agua, 23 mil catres, decenas de generadores eléctricos y alimentos.
Se espera que en los próximos días lleguen decenas de cargamentos adicionales.
Por otra parte, el Ministerio de Defensa de Francia informó el domingo que un buque de guerra francés llegó con equipo de reconstrucción a las islas del Caribe azotadas por los huracanes Irma y María, como parte de los esfuerzos más amplios para ayudar a los territorios franceses a hacer frente a las condiciones climáticas extremas.
El Ministerio francés precisó que el portahelicópteros Tonnerre llegó con más de mil toneladas de material y 300 soldados adicionales para la limpieza en San Martín y las islas cercanas.
Eso elevó la presencia militar francesa a 2 mil elementos.
En cuanto a Puerto Rico, las autoridades federales buscan apresurarse a frenar una creciente crisis humanitaria en poblados que se quedaron sin agua potable, combustible, electricidad o servicio telefónico.
Funcionarios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, que está a cargo del esfuerzo de ayuda, dijeron que llevarían teléfonos satelitales a todos los poblados y ciudades de Puerto Rico, más de la mitad de los cuales quedaron aislados luego del paso devastador de María sobre la isla el miércoles.
De por sí, la infraestructura ya estaba en mala forma mucho antes de que el meteoro llegara. Una crisis deudora por 73 mil millones de dólares ha dejado en quiebra a agencias como la compañía eléctrica estatal.
Como resultado, la empresa abandonó el mantenimiento más básico en los últimos años, por lo que ocurrían apagones con frecuencia.
La cifra de fallecidos que dejó María en Puerto Rico es de cuando menos 10, incluidos dos policías que se ahogaron en una inundación en el poblado occidental de Aguada. Se espera que esa cifra aumente.