La Embajada de Panamá ante la República de Italia remitió a la Cancillería las dos condenas que actualmente pesan contra Valter Lavítola en Italia, por hechos delictivos que se fraguaron –según los fallos del Tribunal de Nápoles– con la complicidad del expresidente Ricardo Martinelli.
Se trata de las motivaciones jurídicas de la sentencia a tres años de prisión para Lavítola por haber tratado de extorsionar a la empresa italiana Impregilo y el pacto entre la Fiscalía y la defensa de Lavítola de 11 meses de prisión por corrupción internacional.
La Cancillería panameña confirmó, a su vez, que recibió –por conducto de la Embajada de Panamá en Italia– información del Órgano Judicial de ese país europeo referente a las dos condenas contra Lavítola.
La vocera de la Cancillería, Mónica De León, precisó que la información remitida por los tribunales italianos fue enviada al Ministerio Público para su correspondiente curso legal.
A su vez, el subsecretario del Ministerio Público, David Díaz, confirmó que recibieron tres cartas referente a las sentencias contra Lavítola por fallos emitidos por el Tribunal de Nápoles.
“La información recibida menciona directamente al expresidente de la República Ricardo Martinelli y por esta razón la información fue remitida a la [Secretaría General] de la Corte Suprema de Justicia”, explicó.
Martinelli –en calidad de expresidente– ocupa una curul en el Parlamento Centroamericano y, como manda el orden constitucional, los diputados del Parlacen y de la Asamblea Nacional deben ser procesados y juzgados por la Corte.
Ahora, la Corte debe designar entre sus magistrados a un fiscal y a un juez de garantías, en caso de abrir una nueva causa contra Martinelli, tras estos fallos de la justicia italiana, en los que se le menciona en actos ilícitos.
INFORMES DIPLOMÁTICOS
El embajador de Panamá en Italia, Fernando Berguido, envió una nota al país con los textos de las condenas a Lavítola, en la que indica que en las dos sentencias “se señala la participación de panameños que ocupaban cargos públicos al momento de cometerse los delitos”.
La sede diplomática panameña en Italia pretende que, “se ponga en conocimiento de las autoridades jurisdiccionales competentes de nuestro país de la comisión de delitos que podrían quedar impunes en la República de Panamá”.
En la relación remitida referente a la condena por extorsión a Lavítola, Berguido sostiene que “de acuerdo con los jueces, la iniciativa de amenazar a Impregilo S.P.A. surge del expresidente Ricardo Martinelli y es transmitida en primera instancia al señor Valter Lavítola, quien jugó el rol de mensajero de las amenazas de Ricardo Martinelli”.
En el informe comentado de la sentencia por corrupción internacional contra Lavítola, Berguido informa del marco legal por el que se rige la jurisdicción italiana, que inhabilita a los jueces a la hora de imputar a jefes de Estado extranjeros que hubieran recibido coimas.
“Es importante mencionar que la Convención de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), firmada en 1997 en París, por la que se rige Italia, criminaliza solo aquellas personas físicas o jurídicas que protagonicen la llamada corrupción activa en operaciones económicas ilícitas: en este caso el ciudadano italiano Valter Lavítola”, dice el diplomático.
El director del departamento legal de la OSCE, Nicola Bonucci, explicó a La Prensa que la naturaleza del delito corruptivo necesita de las dos partes –corruptor y corrupto– para consagrarse, pero “en el ámbito de la corrupción pasiva es el país de origen del funcionario el que debe perseguir el delito”.
El fallo del Tribunal de Nápoles establece que la parte pasiva de la corrupción –aquella que debía recibir las coimas– era el expresidente Martinelli.
Otra conclusión que se desprende de las sentencias es que “el delito de tentativa extorsión objeto de este proceso se coloca en el ámbito de un caso criminal mucho más amplio, expuesto por la fiscalía en el marco de la corrupción internacional y constituye el antecedente histórico y lógico de la conducta delictiva por que se llama a juicio al señor Valter Lavítola”.
El complejo entramado corruptivo Italia-Panamá, que tiene como protagonista común a Valter Lavítola, está dividido en varios procesos. El Tribunal de Roma juzga el supuesto desvío de más de 25 millones de dólares en coimas en las adjudicaciones a Finmeccanica, cuya próxima audiencia está fijada para el 29 de octubre.
Además, hay otro proceso en la Fiscalía de Nápoles, donde se pedirá llamamiento a juicio en los próximos meses por supuesta corrupción internacional en el proyecto para construir cárceles modulares por parte de la empresa italiana Svemark.
(Con información de Eduardo Mendoza)