El congreso nicaragüense reanudó este martes su trabajo bajo el control total del gobernante Frente Sandinista, luego que 28 diputados de la oposición fueron destituidos por una disposición del tribunal electoral, informaron diversas fuentes.
Sus puestos fueron ocupados este martes por legisladores suplentes del derechista Partido Liberal Independiente (PLI) que aceptaron alinearse a las posiciones del partido de gobierno, denunció el exdiputado opositor Eliseo Núñez, uno de los destituidos.
Ellos "no responden a la verdadera oposición", dijo a la AFP Núñez, quien se unió al emergente movimiento opositor Ciudadanos por la Libertad.
Al inaugurar las sesiones, la diputada sandinista Iris Montenegro, presidenta en funciones del parlamento, nombró en la segunda vicepresidencia del congreso a una de sus nuevas aliadas, la derechista Soraya Acevedo.
La única voz crítica en la sesión fue la del legislador del PLI, Alfredo Gutiérrez, quien advirtió que "no podemos hacernos de la vista gorda y dejar pasar todas estas arbitrariedades", en una referencia a la destitución de los legisladores opositores.
El pasado 29 de julio, el tribunal electoral ordenó destituir del congreso a 28 diputados que se negaron a reconocer como nuevo presidente del PLI a Pedro Reyes, un político vinculado al oficialismo que fue nombrado por la justicia.
Reyes tomó las riendas del PLI, que era la principal fuerza de oposición, amparado en un cuestionado fallo de la Corte de Justicia que alteró el mando de la agrupación opositora.
Los cambios se produjeron a tres meses de elecciones de noviembre, en las que la oposición buscaba conformar una coalición de partidos bajo el mando del PLI para enfrentar los planes de reelección del presidente Daniel Ortega.