El Consejo de Seguridad de la ONU visitó este viernes una zona veredal donde la guerrilla de las FARC está en un proceso de desarme cada vez más demorado.“Ustedes acá son los que transforman los sueños en realidad,” dijo Elbio Rosselli, el embajador de Uruguay y actual presidente del consejo.
Los representantes de Naciones Unidas encargados de supervisar este proceso llegaron a la zona de La Reforma, en el departamento del Meta, en el centro del país, mientras un funcionario de una oficina antidrogas de este organismo sigue retenido por un grupo armado.
El gobierno atribuye ese secuestro a la “disidencia” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero la ONU aún no confirma su autoría. Tanto las FARC como Naciones Unidas admiten que la complejidad logística del desarme obligará a retrasar unos tres meses el proceso de entrega de armas, que debía terminar a finales de este mes.
Según la ONU, los rebeldes tienen unas 700 armas y unas 900 caletas camufladas en zonas remotas. “Hay depósitos con varias toneladas de explosivos”, dijo el jefe rebelde Carlos Antonio Lozada a Caracol Radio.
El Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, comentó que la región en que se encontraba el consejo el viernes fue uno de los más impactados por el conflicto. “Acá se dieron combates fuertísimos entre las FARC-EP y la fuerza pública,” dijo Jaramillo. “Sabemos lo que significa la paz para esta comunidad.”
Rosselli, por su parte, observó que los oficiales del gobierno y de la guerrilla ya usan chaquetas del mismo color. “Y eso afirma aún más la confianza absoluta, certeza, que este proceso va adelante y no tiene retorno,” dijo.