Odebrecht sigue atacando con recursos legales la acción de los magistrados para tratar de paliar la agonía judicial que desde hace dos años está desmantelando su modus operandi y que en marzo acabó con la condena a 20 años de prisión del jefe de jefes, Marcelo Odebrecht, por corrupción, lavado de dinero y por integración de una banda criminal.
Los abogados de la colosal empresa de construcción brasileña han interpuesto un nuevo recurso legal ante el tribunal criminal federal de Suiza para obstaculizar el avance de las investigaciones del Ministerio Público de ese país.
En concreto, según ha confirmado oficialmente a este diario la Fiscalía General de Suiza, con sede en Berna, el recurso pretende que los documentos relativos a empresas offshore y cuentas bancarias usadas por Odebrecht en Suiza supuestamente para el blanqueo de activos no lleguen a manos de los magistrados brasileños que conforman el equipo de investigaciones de Lava Jato (lava autos).
Es la segunda vez que el equipo legal de la empresa carioca intenta dilatar la acción de la justicia, sobre todo, en relación con las pruebas que evidenciarían una red corruptiva y de lavado de dinero encabezada por Odebrecht que, además, tenía en Panamá uno de sus centros operativos.
El primer proceso fue resuelto de manera favorable para los jueces, pero fue reabierto después. “El 29 de febrero la Fiscalía General Suiza emitió la resolución final y requirió la transmisión de los documentos pertinentes en relación con Odebrecht y los procedimientos de Petrobras. Supimos después que las partes implicadas habían presentado otra apelación al Tribunal de la Corte Penal Federal”, han señalado fuentes de la fiscalía del país helvético.
Consultadas por La Prensa, estas fuentes han informado que un colegio de jueces deberá resolver próximamente esta causa y de momento no han podido determinar si este recurso podría influenciar en la petición de información que Suiza hizo a Panamá recientemente. “Este proceso se encuentra en curso y la Fiscalía General Suiza no puede hacer hipótesis sobre cómo podrían verse afectadas nuestras acciones legales”, han agregado al respecto.
Si bien el expresidente de Constructora Norberto Odebrecht, S.A., Marcelo Odebrecht se acogió al programa de “delación premiada” para cooperar con los fiscales y reducir su condena, según confirmaron fuentes vinculadas al caso en Brasil a IDL-Reporteros (en Perú), las acciones legales emprendidas por la empresa en Suiza buscan entorpecer las investigaciones.
Desde abril de 2014, Suiza ha abierto unas 60 investigaciones penales basadas en la sospecha de lavado de activos agravado y pago de coimas a funcionarios extranjeros como parte de la red de corrupción en la petrolera estatal de Brasil, Petrobras.
La Ley Federal Suiza (Código Penal) sobre la Lucha contra el Lavado de Dinero en el Sector Financiero sanciona a toda persona que cometa un acto que contribuya a obstaculizar la procedencia, la recuperación o la confiscación de activos de capital que procedan de un delito.
En cuanto a los delitos de formas graves de corrupción, como sería del caso de Odebrecht, que durante años pagó coimas a funcionarios de Brasil y del extranjero para conseguir contratos (según se desprende de la sentencia en la que fue condenado su presidente hasta diciembre de 2015, Marcelo Odebrecht), el Código Penal establece responsabilidades claras.
Según los fiscales, durante años, el entramado que lideraba Odebrecht usó cuentas cifradas y empresas offshore para blanquear los activos.
De momento, se sabe que las autoridades suizas han investigado a las empresas Smith &Nash Engeinnering Company; Havinsur, S.A.; Arcadex Corporation; Golac Project; Sherkson y Rodira Holdings, vinculadas directamente a la empresa Constructora Norberto Odebrecht, S.A., y sospechosas de ser las depositarias iniciales de las coimas.
Según los documentos consultados, a través de ellas se movieron 168 millones de dólares en 8 años, desde 2006 hasta 2014.Sin embargo, los investigadores sospechan que es muy probable que Suiza haya identificado más empresas fantasmas radicadas en su territorio concebidas para canalizar coimas.
Determinar el destino final del dinero, que pasaba a cuentas intermediarias abiertas en otros países, como Panamá, Antigua y Barbuda o Austria, es la clave de las indagaciones.
Hasta ahora han sido congelados por las autoridades judiciales suizas –en constante contacto con sus colegas brasileños– unos $800 millones, radicados en unas mil cuentas ligadas a 40 bancos distribuidos entre Lugano, Ginebra y Zúrich, lo que supondría el mayor volumen de dinero sucio bloqueado en el país.