En sus reuniones con un emisario de la ONU, Corea del Norte acusó a Estados Unidos de "chantaje nuclear" pero aceptó mantener un canal de comunicación regular con Naciones Unidas.
El diplomático estadounidense Jeffrey Feltman, secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Políticos, llegó este sábado 9 de diciembre a Pekín tras una visita de cinco días a Pionyang con el fin de rebajar la crisis en la península coreana.
Esta visita excepcional empezó una semana después de que Corea del Norte lanzara, el 28 de noviembre, un misil balístico intercontinental (ICBM) capaz de alcanzar territorio continental de Estados Unidos, según expertos.
Durante su visita, la primera de un diplomático de la ONU de este nivel desde 2010, Feltman se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores Ri Yong-Ho y su viceministro Pak Myong-Kuk, anunció la agencia de prensa oficial norcoreana KCNA.
"Durante estas entrevistas, nuestra parte declaró que la política de hostilidad de Estados Unidos respecto a la RPDC y su chantaje nuclear son responsables de la actual situación de tensión en la península coreana", declaró la agencia.
Además, la República Popular Democrática de Corea (RPDC, nombre oficial de Corea del Norte) acordó con la ONU "regularizar las comunicaciones para visitas a diversos niveles", informó KCNA.
La agencia no mencionó ningún encuentro con el líder norcoreano Kim Jong-Un. Corea del Norte está sometida a varias tandas de sanciones de la ONU, debido a su negativa a respetar resoluciones de Naciones Unidas que prohíben sus actividades nucleares y balísticas.
Feltman efectuó su visita justo después de que Estados Unidos y Corea del Sur llevaran a cabo el ejercicio aéreo conjunto más importante jamás efectuado.
Para Pionyang, las maniobras regulares organizadas por Estados Unidos en la península junto a las fuerzas surcoreanas, "muestran su intención de preparar un ataque nuclear preventivo sorpresa contra la RPDC", según indicó KCNA este sábado.
Por su parte, Feltman no hizo ninguna declaración a los periodistas presentes el sábado en el aeropuerto de Pekín a su llegada, procedente de Pionyang. China, principal apoyo económico de Pionyang, asegura que aplica estrictamente las sanciones de la ONU, pero Washington considera que debería intensificar la presión a través de un embargo petrolero.
Pekín prefiere defender su propuesta de "doble moratoria" -suspensión simultánea de los ensayos nucleares de Pionyang y de las maniobras militares de Estados Unidos y Corea del sur- para reactivar las negociaciones. Estados Unidos se opone a ello.
La península coreana "sigue sumida en un círculo vicioso de demostraciones de fuerza y de confrontaciones; las perspectivas no son optimistas" se lamentó el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, en un largo texto publicado en el sitio del ministerio.
Paralelamente, Pionyang publicó el sábado fotos de Kim Jong-Un en la cumbre del Monte Paektu, donde el líder norcoreano consideró estos "días impregnados de emoción, en los que llevó a cabo la gran causa histórica del logro de la fuerza nuclear del Estado, sin ceder en ningún momento", según KCNA.
