El líder norcoreano Kim Jong-Un dijo que tras la prueba exitosa este viernes 28 de julio de un misil balístico intercontinental (MBIC) quedó demostrado que “todo el territorio continental de Estados Unidos” está ahora a su alcance.
Con ese nuevo disparo de un MBIC, Corea del Norte volvió a retar al presidente estadounidense Donald Trump, quien calificó la acción de “temeraria y peligrosa” y ordenó ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur en respuesta.
Según Kim, la prueba demostró la capacidad de Corea del Norte para lanzar un ataque “en cualquier lugar y momento”.
“El líder dijo orgulloso que la prueba confirmó además que todo el territorio continental de Estados Unidos está ahora a nuestro alcance”, agregó la agencia oficial norcoreana KCNA.
Pionyang aseguró que la prueba fue un éxito. El misil voló 998 kilómetros durante 47 minutos, a una altitud de 3 mil 724 kilómetros, según KCNA.
“Estados Unidos condena este ensayo y rechaza el argumento del régimen de que estas pruebas –y estas armas– garantizan la seguridad de Corea del Norte. En realidad, tienen el efecto opuesto”, señaló Trump en un comunicado.
“Amenazando al mundo, estas armas y estos ensayos aislarán más a Corea del Norte, debilitarán su economía y perjudicarán a su pueblo”, aseguró, añadiendo que “Estados Unidos tomará todos los pasos necesarios para garantizar la seguridad de nuestro país y proteger a nuestros aliados”.
El misil fue lanzado desde Mup’yong-ni y se hundió en el Mar de Japón, según informó el Pentágono, en una nueva escalada en la crisis internacional con el régimen comunista.
En este contexto, Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron a efectuar ejercicios militares conjuntos utilizando misiles tierra-tierra, según informó el Ejército estadounidense el viernes.
“Estamos realizando ejercicios militares en respuesta al lanzamiento misilístico de Corea del Norte”, explicó un funcionario bajo petición de anonimato.
Este ejercicio conjunto tiene lugar poco después de que miembros del Departamento de Defensa indicaran que Estados Unidos y Corea del Sur estaban analizando “opciones de respuesta militar”.