Corea del Norte lanzó el domingo un misil balístico que recorrió cerca de 700 kilómetros, informó el Ejército de Corea del Sur.
El lanzamiento se da apenas días después de la elección de un nuevo presidente en Corea del Sur y la reunión de tropas de Estados Unidos, Japón y Europa para ejercicios militares conjuntos en el Pacífico.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur confirmó el lanzamiento del domingo en la mañana, pero no proporcionó muchos detalles más, incluido el tipo de misil balístico que fue disparado.
En un comunicado informó que el misil fue lanzado cerca de Kusong, mientras que los Ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos analizan los detalles.
Es importante el tipo del proyectil, ya que aunque Corea del Norte hace pruebas frecuentes de misiles de menor alcance, también se esfuerza por dominar la tecnología necesaria para lanzar misiles con ojivas nucleares que puedan llegar a Estados Unidos.
El presidente estadounidense Donald Trump llamó a adoptar sanciones más fuertes contra Corea del Norte luego de su último ensayo de misil. "Que esta última provocación sirva de llamado a todas las naciones para implementar sanciones mucho mas fuertes contra Corea del Norte", dijo la Casa Blanca en una comunicado emitido hacia la medianoche del sábado.
El misil impactó "tan cerca de suelo ruso -de hecho más cerca de Rusia que de Japón- (que) el presidente no puede imaginar que Rusia esté complacido".
Corea del Norte "ha sido una amenaza flagrante por demasiado tiempo", agrega el comunicado. "Corea del Sur y Japón han estado siguiendo esta situación de cerca junto a nosotros".
El comunicado enfatiza que Estados Unidos "mantiene su férreo compromiso de mantenerse junto a nuestros aliados ante esta seria amenaza que presenta Corea del Norte".
El recién estrenado presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, calificó el lanzamiento de un misil norcoreano este domingo como una "provocación insensata", una prueba que se produce días después de su juramento ante la Asamblea."
Corea del Norte necesita realizar pruebas para perfeccionar su programa de misiles, pero también se cree que programó sus lanzamientos después de las elecciones de los presidentes de Estados Unidos y Corea del Sur, en lo que los analistas consideran son esfuerzos por evaluar las reacciones de sus rivales.