La Corte Constitucional de Ecuador autorizó este jueves, 21 de diciembre, el juicio político que podría terminar en la destitución del vicepresidente Jorge Glas, condenado a seis años de cárcel por recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, informó a la AFP una fuente judicial bajo reserva.
La Corte dio luz verde por unanimidad al proceso impulsado por la oposición en la Asamblea Nacional, que deberá decidir en las próximas semanas el futuro político de Glas.
Sin embargo, el vicepresidente, que entró en prisión preventiva el pasado 2 de octubre, podría perder su cargo automáticamente el próximo 2 de enero, cuando se cumplen los tres meses previstos en la Constitución para declarar su ausencia definitiva.
La resolución de la Corte se dio el mismo día en el que la justicia le negó al vicepresidente un pedido para suspender la condena en primera instancia dictada el 13 de diciembre por el delito de asociación ilícita en este megaescándalo de corrupción que ha salpicado a políticos de alto nivel en 12 países de América Latina y África.
Y coincide con el inicio de una sesión plenaria en el Congreso de Perú, en la que la oposición fujimorista pretende destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski por "permanente incapacidad moral", días después de que Odebrecht revelara que pagó casi cinco millones de dólares a empresas ligadas a él.
El juicio político contra el vicepresidente, por ahora el funcionario en activo de mayor rango en ser condenado por Odebrecht, se enmarca en la crisis del movimiento oficialista de izquierda Alianza País, dividido entre los partidarios de Moreno y los del expresidente Rafael Correa, un fuerte defensor de Glas.
Estos últimos acusan al gobernante actual de aliarse con la oposición y de usar la lucha anticorrupción para desprestigiarles. El mandatario ha convocado una consulta popular para el próximo 4 de febrero, en la que plantea inhabilitar a los políticos condenados por corrupción.
Tras el dictamen favorable de la Corte, el trámite del juicio político volverá a la Asamblea Nacional, donde la comisión de fiscalización debe emitir un informe en el que recomienda la censura o la absolución del vicepresidente, durante años acusado por la oposición de estar implicado en varios casos de corrupción.
En caso de que la comisión sugiera la destitución, la Asamblea Nacional se reunirá para escuchar los alegatos en contra y a favor de Glas. Luego, en un lapso de cinco días, el Congreso se pronunciará. Para que el funcionario sea destituido, se necesita el apoyo de dos terceras partes de los asambleístas.
Según el constitucionalista Rafael Oyarte, el proceso puede tomar "alrededor de 20 días", por lo que considera que la destitución de Glas, reelegido hace ocho meses, puede llegar más rápido, cuando el próximo 2 de enero se cumpla su ausencia definitiva del cargo por estar en prisión preventiva.
El vicepresidente, durante años a cargo de sectores estratégicos en el gobierno de Correa (2007-2017), fue condenado el pasado 13 de diciembre junto a otros siete implicados, entre ellos su tío Ricardo Rivera.
Glas podría además enfrentar demandas adicionales por cohecho y enriquecimiento ilícito, con sanciones de hasta 13 años de cárcel.
El caso Odebrecht se destapó en Ecuador en diciembre pasado, luego de la revelación del Departamento de Justicia de Estados Unidos de que la firma pagó entre 2007 y 2016 unos 33.5 millones de dólares a funcionarios ecuatorianos.
El expresidente Correa expulsó a Odebrecht en 2008 por irregularidades en la construcción de la hidroeléctrica San Francisco.
La medida generó la reacción de Brasilia, que llamó a consultas a su embajador entre noviembre de ese año y enero de 2009. Tras un acuerdo, Odebrecht retornó en 2010 a Ecuador.