Costa Rica comenzó a recuperar caminos, restaurar el servicio de electricidad y agua, mientras se distribuyen alimentos en zonas golpeadas por el paso devastador del huracán Otto, informaron este sábado las autoridades.
Varios cantones del norte y sur del país permanecen bajo alerta máxima por el riesgo de que lluvias en zonas altas provoquen nuevas crecidas de ríos, ya cargadas por el fenómeno climático que dejó nueve muertos y unos 20 desaparecidos.
"Hemos podido constatar la normalización creciente en las zonas afectadas por el huracán, el proceso avanza en forma sostenida", dijo a periodistas el presidente Luis Guillermo Solís tras una reunión de jerarcas de las instituciones encargadas de atender desastres y brindar servicios básicos.
Otto azotó el jueves el norte de Costa Rica y sur de Nicaragua con potentes vientos y aguaceros que causaron crecidas de ríos e inundaron poblados enteros dejando numerosas comunidades aisladas.
Más de 6 mil personas permanecen en 52 albergues levantados para atender a las víctimas de la tragedia, mientras equipos de rescate continúan la búsqueda de los desaparecidos, indicó Iván Brenes, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias.
El director del Instituto Meteorológico Nacional, Juan Carlos Fallas, destacó que el tiempo es bueno en casi todo el territorio costarricense, pero persisten formaciones nubosas en las zonas norte y sur que podrían provocar lluvias y generar nuevas inundaciones, por lo cual esas áreas se mantienen bajo alerta máxima.
El mejor tiempo permitió intensificar la distribución de alimentos mediante aviones y helicópteros en las comunidades del norte y áreas indígenas del sur, apoyados con naves facilitadas por los gobiernos de Estados Unidos y Panamá, indicó la viceministra de Seguridad Pública, María Fullmen.
Los rescatistas distribuyen agua potable, alimentos, colchones y frazadas, mientras en todo el país los medios de comunicación, equipos de fútbol y bancos emprendieron colectas de bienes y dinero para auxiliar a los damnificados.